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La Escuela de Hostelería entre las buenas prácticas presentadas en el IV Foro del Fondo Social Europeo

El IV Foro del FSE, celebrado los días 24 y 25 de octubre en Santiago de Compostela, incluyó en su orden del día una mesa de actuaciones cofinanciadas por el FSE con resultados destacados en materia de inserción laboral. Una de las tres actuaciones a nivel nacional seleccionadas por los organizadores fue la Escuela de Hostelería de Melilla. Su presentación corrió a cargo del Director General de Planificación Estratégica y Programación de la Ciudad Autónoma, Jesús García Ayala. Detalló, entre las conclusiones de la iniciativa de la Escuela de Hostelería, que desde sus inicios, se ha observado un nivel de inserción laboral entorno al 60% del alumnado y aún mayor, rozando el 100%, en el caso de los alumnos MENA, que consiguen integración laboral y social.
Se consiguen alumnos altamente formados en el sector de la hostelería con una gran mejora de su empleabilidad, ya que los títulos son muy valorados por el empresariado. En efecto, la Escuela de Hostelería es un referente en Melilla para contar con sus profesionales para actos relacionados con el sector. Otro de los resultados a destacar es el haber ganado en confianza y autoestima por parte de los participantes, cuestión que está fomentando la reincorporación al sistema educativo de aquellos jóvenes que habían interrumpido sus estudios, o antiguos alumnos que tras su paso por la Escuela reorientaron su carrera laboral, así como la motivación para seguir formándose.

También hay que destacar que la Escuela de Hostelería se ha convertido en un importante canal de comunicación del FSE, un reclamo turístico y una bolsa de trabajo para jóvenes.

Asimismo, debe resaltarse que el éxito de la preparación del alumnado reside en que prácticamente desde el primer momento se pone en marcha la fase práctica de formación, con el comedor para los alumnos y profesores. Que en una segunda fase se abre el restaurante para la ciudadanía; por una parte, con unos ingresos que minoran la subvención en torno a 30.000 euros al año; por otra parte, con la repercusión publicitaria que conlleva para el FSE. Y que en una tercera fase se realizan ya prácticas reales individualizadas en las empresas hosteleras, resultando por tanto una formación que aúna tanto una carga teórica importante como, especialmente, una sólida formación práctica. Todo ello sin olvidar la positiva contribución añadida a la trayectoria vital, en términos de confianza y autoestima, de los jóvenes alumnos formados.

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Redacción

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