Con un responso finalizó ayer en el Cementerio de la Purísima Concepción en la festividad de los Fieles Difuntos, el acto de homenaje que cada año rinde la Ciudad Autónoma a melillenses de pro y héroes locales, personas que forman parte de la historia melillense. Como cada año, a los pies de los sepulcros seleccionados, se depositaron coronas de flores en señal de respeto. En el acto de recuerdo a los melillenses ilustres participaron tanto miembros del Gobierno local y la oposición, como representantes de la Delegación del Gobierno y el comandante general.
Coronas
Sobre las diez de la mañana se inició el acto de homenaje a los melillenses más ilustres en la celebración del Día de los Fieles Difuntos. Entre los homenajeados, el primer alcalde de la Democracia en Melilla, Rafal Ginel Cañamaque; el ex concejal José Imbroda (1979-1983); las víctimas de la explosión del Polvorín de 1928; los restos del cementerio viejo de la ciudad; José Romera Girado, fallecido en un accidente laboral; el ex concejal de Juventud, Pedro Ubieto (1987.1991); el Panteón Militar de Héroes; Antonio Díaz Martín, alcalde republicano; César Jiménez, actor melillense; Antonio Molina, el guardia civil asesinado por ETA en 2002; Francisco Gil Castro, fallecido ahogado intentando salvar a varios bañistas; las Víctimas del Accidente Aéreo de 1998 y las víctimas del depósito de agua de Cabrerizas de 1997; el exdiputado Julio Bassets y Cándido Lobera, presidente de la Junta de Arbitrios 1928-1931.
Como punto y final al recorrido, el páter Francisco Sierra, ofreció un responso por el eterno descaso de todos aquellos que ahora se encuentran junto al Padre.
Al término del recorrido, la vicepresidenta y portavoz del Gobierno local, Gloria Rojas, que afirmó que con este acto se busca homenajear a todos los melillenses fallecidos, sin importar su credo o ideología.