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FÚTBOL-2ª DVISIÓN B

3-1. ‘Hermanitas de la Caridad’

David Ramos, en el encuentro disputado en Pontevedra
(Autor: Diario de Pontevedra)

La U.D. Melilla ofreció ayer domingo una decepcionante imagen en el Estadio de Pasarón, donde cayó derrotada por 3-1, en un encuentro en el que cometió numerosos errores defensivos que supo aprovechar el Pontevedra C.F. para sumar los tres puntos en juego. Los melillenses distan mucho de ser ese equipo que pueda aspira al Play-Offs de ascenso y tras dos jornadas de buenos resultados vuelve a dar otro paso atrás, aunque como no cambie desde ya, su objetivo será más bien el de evitar el descenso, pero lo peor de todo es que no sabe a lo que juega. Pese a todo, después de lo visto en Pasaron, desaprovecharon una gran ocasión de vencer a un rival asequible, del nivel que se está viendo en este Grupo I de la Segunda B.

Lo sucedido fue un auténtico desastre, el de un equipo que como bien dice el refrán fue una ‘Hermanita de la Caridad’, que con muy poco los rivales le hacen mucho daño en defensa, con poca ayuda del centro del campo a la parte de atrás y con nulo peligro en ataque.

2-0 en contra al descanso
El primer tiempo fue dominado prácticamente por los melillenses, aunque se mostraron inofensivos ante la meta rival, todo lo contrario que los gallegos, que fueron prácticos y consiguieron marcar dos goles antes del descanso. Así, al minuto siete, Ruano cometió penalti, por manos dentro del área, y Álvaro Bustos no perdonó, ya que ejecutó la máxima pena por el centro de la portería, haciendo inútil la estirada del meta Oleaga.
El Melilla dominaba pero no encontraba ese último pase con el que poner en peligro a la defensa del Pontevedra, que seguía apostando por el contragolpe para hacer daño a la Unión Deportiva, ya que en el 17’, Álvaro Bustos puso a prueba a Oleaga con un disparo potente, pero éste atajó el cuero con gran seguridad.
La réplica azulina llegaría un minuto después, en una internada de David Ramos, que solicitó penalti por manos de un defensor, pero el colegiado no interpretó dicha acción como en el área visitante.
Los unionistas seguían intentándolo y en el 27’ se produjo otra acción polémica en el área del Pontevedra, que de nuevo el colegiado no quiso saber nada, tras una buena internada por la izquierda. Mawi intentó rematar a placer, pero no consiguió impactar con el balón, que llegó a David Ramos y fue trabado por detrás por un defensor, pero el colegiado castellano-leonés mandó seguir la jugada y al contragolpe Romay resolvió a placer.
En los últimos quince minutos, el Melilla perdió la posesión del balón, aunque dispuso de una buena ocasión, la única de este primer tiempo, con un disparo de Ceberio, en el 43’, pero el balón se marchó fuera, muy desviado.

Desastre en la 2ªparte
La segunda parte fue una hecatombe, con un Melilla que hizo aguas en defensa, lo que aprovechó el cuadro gallego para sentenciar un partido que su rival se lo puso en bandeja.
Los melillenses no empezaron bien, ya que en el 47’, un error garrafal de Ceberio estuvo a punto de costarle caro a su equipo, ya que en vez de despejar, Álvaro Bustos le quitó el balón y su remate a placer, solo ante el meta visitante, lo salvó Oleaga.
Los visitantes respondieron en el 53’ con una gran ocasión, de lanzamiento de falta, pero Richi, en última instancia, no llegó a tocar el balón por centímetros, solo ante el meta pontevedrés.
La Unión Deportiva comenzaba a llegar con peligro sobre la meta rival, y en el 56’, Carri se encontró con una gran intervención del meta Edu Sousa, pero las cosas se torcieron a partir del minuto 61’, en un grave error de Richi, que intentó regatear a dos contrarios en el área, en vez de despejar, Álex Fernández le robó la pelota y marcó para dejar listo para sentencia el choque.
El 3-0 fue un auténtico mazazo para un Melilla que fue un auténtico desconcierto y desastre en todas sus líneas, ya que los locales, con muy poco, conseguían poner en serios apuros a la defensa melillense.
Sin embargo, los melillenses consiguieron marcar el gol del honor a once minutos del final, con un disparo de Hicham desde fuera del área, que tras pegar el balón en un defensor se introdujo en la meta de Edu Sousa.
El partido apenas tuvo ya más historia y para colmo de males una protesta más del melillense Pepe Romero, en los instantes finales, le costó la expulsión, poniendo así la guinda al pastel a un pésimo partido del Melilla.

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Antonio Calderay

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