Coalición por Melilla (CPM) defendió ayer la “opción localista” que ofrece en las elecciones generales del 10 de noviembre frente al “fracaso de las políticas territoriales de los partidos nacionales” en España, en alusión a PP y PSOE, a cuyos gobiernos de las últimas décadas ha responsabilizado de problemas de Melilla. En rueda de prensa, el candidato de CPM al Senado, Emilio Guerra, rechazó la crítica que su socio en el Gobierno de Melilla, el PSOE, le lanzó respecto a que CPM, en caso de obtener el único escaño que la ciudad tiene en el Congreso de los Diputados, no tendrá fuerza para hacer cumplir sus reivindicaciones porque estará en el Grupo Mixto.
“Se está dando un auge de formaciones políticas con un diputado o dos que están haciendo grandes cosas por su territorio, y eso es lo que pretendemos, fruto del fracaso de las políticas nacionales”, subrayó Guerra para justificar el intento de CPM de llegar al Congreso de los Diputados y el Senado, donde cree que puede ser “muy útil”.
Según dijo, “esa voz se tiene que escuchar con beligerancia, pasión e interés que no hemos tenido en los últimos años porque los representantes de los partidos nacionales se han plegado a esas supuestas razones de Estado, que no siempre es el interés de Melilla”.
Guerra considera que Melilla es “un ejemplo claro” de la “fórmula absolutamente equivocada del bipartidismo”, que es “de hace 40 años”, por la cual “la ciudad tiene problemas y otros nuevos” que no han sido resueltos durante esas cuatro décadas de alternancia en el poder de PP y PSOE, los cuales “no aportan solución a Melilla”.
Por el contrario, afirmó que CPM es “una opción localista válida que busca el interés de la ciudad por encima de cualquier otra circunstancia”, ya que “es un partido del Pueblo que quiere llevar la voz del Pueblo al Parlamento, sin excepciones, cohesionado, igualitario”.
Debate
El candidato cree que esto quedó claro en la noche del martes durante la celebración del debate electoral en la televisión pública de Melilla, donde “quedó clara la vocación de servicio a la ciudad, la propuesta de CPM y el diagnóstico” de la situación de la ciudad, destruyendo la imagen de “demonio que trata de destruir esta ciudad y que algunos llevan años pregonando y rentabilizando ese miedo de forma electoralista”.
Guerra criticó que se esté utilizando el miedo contra CPM “como arma electoral desde hace mucho tiempo”, pero considera que “ya es hora, en pleno siglo XXI, de que en una ciudad democrática y un país democrático se revierta esa situación”.
A su juicio, esto es algo que se ha conseguido haciendo ver a CPM “entregado por los ciudadanos, defendiendo con pasión la ciudad y proponiendo soluciones reales a las dificultades”.
