El piloto melillense Rachid Al-Lal-Lahadil afronta su segundo Rally Dakar encima de su KTM. El militar de profesión, que finalizó en la posición 65ª en su primera experiencia en el Rally más famoso del mundo, se ha marcado como objetivo para este año mejorar ese puesto en la clasificación general, en una categoría mucho más complicada, la de Original, en la que no podrá contar con asistencia durante el recorrido. “Será mi segundo Dakar y voy a participar en una categoría mucho más difícil. Hay que ponerse los retos altos, si no, de qué sirve”, señaló Al-Lal. Para esta edición, el piloto local contará con la experiencia obtenida el año pasado. “Me he preparado mejor físicamente y también he metido horas de moto y navegación. El Dakar te pone en su sitio y la experiencia del año pasado me sirvió para saber que, si quiero correr este año, tengo que mejorar más”.
Primera experiencia
El melillense, de 41 años, consiguió su objetivo en su debut en Sudamérica, finalizar la prueba, y ahora, en Arabia Saudí, no hay duda que peleará por conseguirlo hasta el último suspiro. “Cuando estaba sobre la moto iba emocionado y contento, disfrutando, pero a la vez sufriendo porque había tramos con mucha dureza. Sufría porque llovía, había niebla o me perdía, no veía absolutamente a nadie y no pasaba ningún coche, así que pensé, ¿no querías Dakar?, ¡pues toma dos tazas!”, manifestó.
Sobre cómo será la prueba de este año, la primera en Oriente Medio, Rachid Al-lal explicó que el Rally Dakar en Arabia Saudí “va a ser una prueba en la que se igualen más las ventajas de los profesionales con los amateurs. No va a haber tanto público como en Sudamérica”. Además, “creo que los finales de etapa van a ser oscuros sin ninguna carretera cerca, y el desconocimiento del terreno hará que se igualen más las cosas, aparentemente. Los amateurs y los profesionales van a tener que ayudarse entre ellos si quieren lograr sus objetivos”.
