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El fúsil puede verse en el Museo de martes a domingo de 10:00 a 14:00 horas en el Baluarte de la Concepción

El fondo museístico del mes del Centro de Historia Militar es el fusil máuser español modelo 1893

El fondo museístico del mes del Centro de Historia Militar es el fusil máuser español modelo 1893

Como continuación a la campaña de divulgación iniciada por el Centro de Historia y Cultura Militar y con la finalidad de dar a conocer los fondos patrimoniales que en el mismo existen, el Museo Militar de Melilla pone en conocimiento de los ciudadanos, el fondo museístico elegido para este mes que es fusil español de sistema máuser modelo de 1893. Finalizando el siglo XIX, el Ejército español estaba dotado del fusil remington de calibre 11 milímetros, utilizado sobre todo en la III Guerra Carlista y que estuvo 21 años de servicio. Si bien fue reemplazado por el máuser de 1893, se utilizó igualmente en las Guerras de Ultramar en Cuba y Filipinas y al haber gran cantidad de ellos depositados en los parques del Ejército y de la Guardia Civil, igualmente se empleó en los inicios de la Guerra civil.

Era necesario disponer de un fusil de repetición de menor calibre y a tales efectos se nombró una comisión que estudió los diferentes modelos de máuser. Observando la bondad del máuser argentino, se decidió optar por ese modelo como reglamentario y el Gobierno español encargó su manufactura a la fábrica Loewe de Berlín y a la Máuser de Obendorf, importándose 22.500 unidades hasta que la fábrica de Oviedo estuviera en condiciones de fabricarlo, concretamente en 1896.

Para ello, el 30 de noviembre de 1892 se declaró reglamentario en el Ejército español con la denominación de máuser modelo 1892 y con las modificaciones propuestas por la fábrica se denominó desde el 7 de diciembre de 1893 como máuser.

Como curiosidad, cuando tras la rendición de Alemania al final de la Segunda Guerra Mundial se desmanteló por los aliados la fábrica de Obendorf, algunos ingenieros fundaron la Heckler & Koch y el resto de los ingenieros vinieron a España para trabajar en colaboración con la recién creada CETME. Actualmente la fábrica máuser produce armas de caza.

El primer empleo del máuser 1893 fue en Cuba y Filipinas. Así en Las Lomas de San Juan (Cuba) 700 españoles se enfrentaron a 15.000 norteamericanos. Tras replegarse los españoles dejaron 1.400 bajas estadounidenses. La precisión de los nuevos fusiles que además apenas echaban humo por la boca de fuego, con lo que era difícil su detección, causó estragos en los contendientes y les llevó a considerar posteriormente tras las bajas sufridas en la campaña el cambiar su fusil de repetición KRAG por otro similar al máuser.

El periodo de vida de esta arma era de 25 años, y la podemos ver en las Campañas africanas y en la guerra civil, dejando de ser reglamentaria en los años cincuenta.

Su cañón disparaba hasta 10.000 cartuchos pudiendo realizar un fuego continuo sin que afectara a su precisión, ante cualquier climatología y resistiendo cualquier golpe o caída, por lo que era óptimo para la Infantería.

Su mantenimiento era sencillo pudiendo estar largo tiempo sin limpiar ni engrasar.

Entre las piezas de la guarnición figuran la cantonera, el arco del guardamonte, la baqueta, las dos anillas del portafusil y dos abrazaderas. La primera de éstas lleva una de las anillas y la segunda, más ancha, un botón para la fijación del cuchillo-bayoneta. El fúsil puede verse en el Museo Histórico Militar de martes a domingo, de 10 a 14 horas, en el Baluarte de la Concepción, C/Concepción, nº 5.

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Redacción

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