Durante 7 horas estuvieron declarando ante la autoridad judicial los dos marroquíes que subieron al barco mostrando un aparatoso sistema de explosivos pegado al cuerpo, que a la postre resultó simulado. Los dos ingresaron en prisión.
Los comerciantes del Polígono acusaban a las autoridades del abandono que sufría la zona. Alumbrado casi inexistente, ausencia de urinarios y otros servicios públicos, falta de limpieza, orden público pésimamente dirigido e problemas de circulación, eran algunas de las quejas.
Tras la huelga general del personal de Iberia, volvía la normalidad al aeropuerto de Melilla, paralizado en la jornada anterior.
Durante 7 horas estuvieron declarando ante la autoridad judicial los dos marroquíes que subieron al barco mostrando un aparatoso sistema de explosivos pegado al cuerpo, que a la postre resultó simulado. Los dos ingresaron en prisión.
Los comerciantes del Polígono acusaban a las autoridades del abandono que sufría la zona. Alumbrado casi inexistente, ausencia de urinarios y otros servicios públicos, falta de limpieza, orden público pésimamente dirigido e problemas de circulación, eran algunas de las quejas.
Tras la huelga general del personal de Iberia, volvía la normalidad al aeropuerto de Melilla, paralizado en la jornada anterior.