La U.D. Melilla sacó en la mañana de ayer domingo un valioso punto en su visita a la Ciudad Deportiva El Requexón, donde empató a un gol ante el Real Oviedo B, en un choque en el que el equipo carbayón mereció, por méritos futbolísticos y ocasiones, un mejor resultado, pero el gran culpable de que la victoria no se quedara en tierras asturianas fue del cancerbero Oleaga, que cuajó una gran actuación y salvó al equipo melillense de la derrota. El equipo de Manolo Herrero apenas generó en ataque para poder hacer daño a su oponente, aunque consiguió adelantarse en el marcador en la última jugada del primer tiempo, tras un saque de esquina que Mawi cabeceó a la red.
Sin embargo, en la reanudación concedió bastante a su rival y apostó por defender a ultranza su ajustada ventaja en el marcador. Ese pasó atrás le costó caro, ya que lo aprovechó el Oviedo B para empatar el partido, que dispuso de numerosas oportunidades para sumar los tres puntos ante un Melilla que tuvo a su jugador más destacado en su guardameta.
Gol de Mawi en el 45’+1
Los melillenses se marcharon al descanso con ventaja de 0-1, gracias al tanto psicológico de su pichichi Mawi, en la prolongación, quien marcó un golazo por la escuadra, en un remate con la coronilla, tras un saque de esquina botado por Ruano.
Primer tiempo
El partido comenzó con dominio del Melilla en los primeros compases, pero tras cumplir el minuto diez de juego, el filial ovetense llevó el mando sobre el terreno de juego, abriendo bien por las bandas y creando verdadero peligro de gol. Así, en el 10’, Oleaga salvó un gol cantado en un gran remate con la testa, a bocajarro, de Robert Alarcón, que el cancerbero azulino despejó a córner.
Por su parte, el Melilla se defendía con orden y lo intentaba al contragolpe, aunque no fue hasta el minuto 17 cuando pisó el área asturiana, en una jugada personal de Pepe Romero, que pasó sobre Ceberio, pero su potente chut golpeó en el cuerpo de un defensor.
Sin embargo, el Oviedo B volvió a la carga, y en el 20’ perdonó una clara ocasión, en una falta ejecutada por Javier Mier que Robert remató en la boca de gol, aunque el delantero azulón se encontró con un paradón de Oleaga.
Los melillenses se sacudieron la presión de su rival en los últimos quince minutos de la primera mitad y dispusieron de una buena oportunidad en el 40’, en un rechace de la defensa del Real Oviedo, pero Jordi Ortega remató en semifallo con la pierna izquierda, bastante flojo, a las manos del guardameta, mientras que en el tiempo de la prolongación un saque de esquina de Ruano lo cabeceó a la red Mawi y el balón entró como una exhalación por la escuadra, situando al Melilla por delante en el marcador.
Asedio del Real Oviedo B en la segunda mitad
En la segunda parte, el Melilla dio un gran paso atrás y cedió toda la iniciativa al Real Oviedo B, que lo encerró por completo en su área y disfrutó de numerosas ocasiones para ganar el partido, pero se estrelló una y otra vez ante el gran héroe de la mañana, el meta Oleaga.
El carrusel de ocasiones ovetense se inició en el 52’, con un centro de Robert Alarcón que remató Javier Mier a placer, pero Oleaga salvó el tanto que ya festejaban los locales.
El conjunto filial no daba respiro alguno al Melilla y de nuevo el meta unionista se erigió en protagonista para salvar otro gol, en el 62’, en una clamorosa ocasión de Tarsi.
Sin embargo, el cancerbero de la Unión Deportiva no pudo evitar el empate en el 72’, totalmente ‘vendido’ en un balón ‘muerto’ dentro del área, que en la misma boca de gol empujó a la red Javi Cueto, aunque previamente el colegiado no señaló falta de Pierre sobre David Ramos, en la jugada en la que el jugador local centró al área melillense.
El Melilla no sabía cómo neutralizar las acometidas de su ponente y tampoco fue capaza de crear ocasión alguna para poner en apuros al meta Jaime Valens, todo lo contrario que el equipo carbayón, que incrementó más aún su dominio y empuje en los últimos minutos. Así, en el 87’ un duro lanzamiento de Javi Mier lo detuvo con gran seguridad Oleaga.
También a balón parado lo intentó el conjunto local, pero si no se estrellaba ante Oleaga lo hacía contra los palos, ya que Rober Alarcón ejecutó una falta y mandó el balón al larguero, el rechace quedó a los pies de Javi Cueto y éste, con todo a su favor, mandó el cuero fuera.
El colegiado prolongó el partido seis minutos y en ese tiempo el cuadro asturiano volvió a disfrutar de otra gran oportunidad, en un disparo potentísimo, dentro del área, de Tarsi, pero allí apareció otra vez Oleaga, quien amargó la mañana al equipo dirigido por Emilio Cañedo, que no pudo sentarse en el banquillo y en su lugar lo hizo Mario Prieto, ex jugador del Melilla en la temporada 2007-08.
Los melillenses sólo inquietaron la meta rival en el 96’, en un contragolpe tímido de Hicham, que no supo finalizar porque se entretuvo en demasía y le dio tiempo a un defensor a despejar el peligro.
