La antigua ludoteca de la Calle Hércules en Cañada de Hidum se convierte en la primera de las bibliotecas sociales que el Gobierno de Eduardo de Castro quiere abrir, si la experiencia piloto así lo avala, en otros barrios de la ciudad. Está especialmente dirigida a los niños de Primaria de la zona y no se descarta que pueda abrirse también a los de Secundaria. El consejero de Economía y Políticas Sociales, Mohamed Mohand, inauguró ayer la primera biblioteca social de Melilla en la calle Hércules en la Cañada de Hidum. Explicó que se trata de una experiencia piloto de seis meses de duración que gestionará la adjudicataria del contrato, la empresa Eulen, con un presupuesto de quince mil euros.
Ayer se abrió al público, aunque aún hay que esperar que lleguen los libros de consulta y de lectura obligatoria en el tramo de Primaria, a lo que habrá que sumar esta semana la instalación de los ocho puestos de informática que podrán utilizar los usuarios. El recinto dispone de sala de lectura y sala de informática. Se ha contratado a un responsable de mantenimiento, una monitora de informática y a una educadora infantil para la biblioteca.
Explicó que las instalaciones están preparadas para que haya 8 niños en los ordenadores y 15 en la sala de lectura, por lo que, en distintos turnos, pueden pasar por este centro un importante número de residentes de la zona. Indicó que en principio está dirigido a escolares de Primaria, de primero a sexto, pero que no descartan que con el tiempo pueda darse cabida también a alumnos de Secundaria de la barriada.
Apuntó Mohand que, si la experiencia sale adelante, su idea es la de poder abrir bibliotecas sociales en otros barrios de la ciudad. Criticó que el anterior Gobierno sólo abrió ludotecas en los distritos IV y V, dando “la imagen lamentable de solo era necesario trabajar con los niños de estas zonas, cuando hay niños que lo pueden precisar en toda Melilla”.
Según dijo, esta biblioteca “es un proyecto personal” que puso en marcha en su etapa como viceconsejero de Servicios Sociales, aprovechando para ello la antigua ludoteca de Cañada que, según aseguró, quedó excluida del contrato de servicio por el anterior gobierno, con lo que quedaba en desuso.
Detalló que las ludotecas no tienen servicio de biblioteca, mientras que el nuevo centro permitirá a los niños “tener acceso a los libros de lectura necesaria en Primaria, una sala de lectura y puestos informáticos”.
