El Ministerio del Interior ha decidido reforzar el control y la vigilancia en el entorno de las islas Chafarinas ante el aumento de pateras que han conseguido llegar en los últimos meses al archipiélago, convirtiéndolo en la principal vía de entrada irregular a Melilla. Son varios centenares los inmigrantes que han utilizado esta forma de acceso desde que en agosto las mafias reabrieron esta ruta, casi 150 de ellos en los últimos 10 días. Según las fuentes consultadas por MELILLA HOY, la Guardia Civil va a llevar a cabo la vigilancia marítima del archipiélago, muy sensible debido a que se encuentra ubicado a menos de dos millas de la costa marroquí. Ello favorece un desplazamiento muy rápido para las mafias que trafican con seres humanos, que en cuestión de pocos minutos son capaces de llevar a los inmigrantes desde el país vecino hasta las Chafarinas, casi siempre la isla del Congreso, dado que las rocas son más accesibles para dejar a los ocupantes de la patera y regresar rápidamente a Marruecos, burlando cualquier acción policial.
Para intentar terminar con este modus operandi de las redes de tráfico de seres humanos, está previsto que la Guardia Civil destine a la zona el buque oceánico Río Miño al entorno de Chafarinas para llevar a cabo labores de control en la zona.
No es la primera vez que se lleva a cabo esta medida. Hay que recordar que en julio de 2012, con el anterior Gobierno de Rajoy, el entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, anunció en una visita a Melilla que un destacamento de la Guardia Civil vigilaría de forma permanente las islas Chafarinas para evitar el tráfico de inmigrantes y de drogas. Sin embargo, la medida duró poco, porque solo tres días después, el entonces ministro de Asuntos Exteriores marroquí convocó al embajador de España en Rabat, Alberto Navarro, para expresarle su “desaprobación” por el envío de un destacamento de la Guardia Civil a Chafarinas.
Mal tiempo
Por otro lado, Salvamento Marítimo ha pospuesto por el mal estado de la mar el traslado que iba a hacer ayer de la mitad del grupo de inmigrantes que llegó el sábado a Chafarinas y que no cabía en la Salvamar Alcor. Son 31 los que quedan por traer.
