Los ciudadanos, en su inmensa mayoría, han querido despedir el viejo año y decir hola al nuevo en paz y armonía, con los familiares y los amigos Los melillenses hemos dicho adiós a 2019 y hemos dado la bienvenida a 2020 sin mayores contratiempos, salvo pequeños incidentes que fueron solventados por los distintos cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
Las fiestas en locales y zonas de ocio, así como en fiestas privadas y en hogares particulares, se desarrollaron por lo general sin incidentes -se contabilizaron 19 en los informes oficiales-, la mayoría pequeñas riñas, varios comas etílicos, molestias vecinales, algún robo y un par de incendios, pero nada grave que ahora podamos lamentar.
Los ciudadanos, en su inmensa mayoría, han querido despedir el viejo año y decir hola al nuevo en paz y armonía, con los familiares y los amigos, cada uno a su manera, unos de forma festiva y otros no, pero de modo que no alteraran el orden y transgredieran la ley.
Quienes no tomaron ese camino, una muy pequeña minoría, tuvieron en unos casos la debida respuesta de las fuerzas del orden o en su caso no lograron alterar un día festivo, alegre y con mucho simbolismo.
Porque la jornada del 31 no fue una jornada cualquiera: en un mismo día cambiamos de día, de mes, de año y década. Nos adentramos en nuestro particular “años veinte”, no si sabemos si al nivel de los “los locos años veinte” del pasado siglo, pero sobre todo esperemos que no lo hagamos en el famoso crack del 29.
Ya habrá tiempo de adentrarnos en cuestiones política y económicas de este año 2020 que ya está aquí, pero por el momento quedémonos con el hecho significativo de que esta Nochevieja en Melilla fue tranquila y sobre todo festiva. Lo demás, tendremos oportunidades más que de sobra para poder comentar las cuestiones con todos ustedes desde esta tribuna de MELILLA HOY.
