Los de Alejandro Alcoba cimentaron su triunfo en un gran tercer cuarto, en el que firmaron un 24-10 de parcial que les sirvió para abrir una brecha importante en el electrónico que acabó siendo determinante. El Melilla Baloncesto encadenó ayer su sexta victoria consecutiva, tras imponerse al Chocolates Trapa Palencia por el resultado de 74-66, en un partido complicado para los de Alejandro Alcoba, que resolvieron merced a su dominio en la faceta reboteadora y a un gran tercer cuarto, en el que dejaron el choque prácticamente encarrilado con un parcial de 24-10.
A los melillenses después les tocó, en el último cuarto, ‘nadar y guardar la ropa’ para mantener una renta más que suficiente y no permitir que los palentinos hicieran peligrar su triunfo.
Los visitantes habían comenzado el encuentro mejor que los locales, firmando un 0-4 de salida y llevando la iniciativa durante buena parte del primer cuarto, incluso disponiendo de una ventaja de siete puntos (2-9), aunque la respuesta de los azulones fue contundente logrando un 9-0 que los situaba por primera vez por delante en el electrónico (11-9), a dos minutos del final de este acto.
De todos modos, los castellano-leoneses acabarían llevándose el parcial de este periodo con un triple en los últimos instantes de Kevin Larsen (13-15).
En el segundo asalto el guion se repitió, ya que los de Carles Marco mandaban en el luminoso, aunque eso sí con rentas que nunca superaron los cinco puntos (21-26 y 23-28). Matulionis, con un lanzamiento convertido desde la línea de 6,75, empataba el choque (30-30), a 3’26”, aunque Jasaitis replicaba con otro triple, llegándose al descanso, tras un tiro libre anotado por Hartwich, con 31-33 favorable al Chocolates Trapa Palencia.
El paso por los vestuarios les sentó muy bien a los jugadores del Melilla Baloncesto, que incrementaron su intensidad defensiva y empezaron a controlar el ritmo del partido. De esta forma, y con Matulionis y con Javi Marín como principales referentes ofensivos, los melillenses dieron un arreón casi definitivo en el marcador, gozando de una renta de doce puntos (55-43), justo a la conclusión del tercer acto.
Cierto es que los palentinos no habían dicho su última palabra y arrancaron el cuarto periodo metiendo miedo, con un 0-4 que estrechaba el electrónico. Por suerte, los de Alejandro Alcoba reaccionaron, anotando cuatro puntos Amadou Sidibé que ponían las cosas de nuevo en su sitio (59-50), a 7’46”.
Los de Carles Marco lo siguieron intentando hasta el final, aunque lo más que pudieron acercarse en el luminoso fue a seis puntos en varios momentos. Javi Marín certificaba la victoria del decano desde la línea de personal (74-66).
