Pretender el PSOE de Melilla tener la exclusividad de los nombramientos no parece que vaya a permitirlo su socio y parece de justicia que Podemos reclame para sí las áreas que su partido a nivel nacional. Otra cosa no se entendería. La semana pasada comenzó en el Gobierno de la Nación un “gobierno de coalición” formado por PSOE y Podemos, el primero en la historia de la democracia surgida de la Constitución de 1978, y la pregunta, que ya formulamos en esta misma sesión, sigue vigente hoy en día: ¿qué ocurrirá en la Administración Central en Melilla?
Las declaraciones de la responsable de Podemos en Melilla, Gema Aguilar, parecía que lo dejaba claro cuando sostenía que la formación morada iba a tener su cuota de poder, la misma que ostentará el grupo de Pablo Iglesias. Una cuota que, a nivel nacional, es una vicepresidencia sobre cuatro y cuatro ministerios sobre 17 carteras, y que son: Trabajo, Igualdad, Consumo y Universidad. Ciertamente son ministerios sin mucho peso, salvo Trabajo, y en algunos casos normalmente se corresponderían a secretarías de Estado o direcciones generales, pero los podemitas también gobiernan.
Sin embargo, la secretaria general del Partido Socialista de Melilla-PSOE, Gloria Rojas, sorprendía el jueves con unas manifestaciones en las que aseguraba que no tenía conocimiento de un posible reparto de áreas y organismos con Podemos, dejando caer que un gobierno de coalición en el Gobierno de la Nación, no tiene por qué tener su traslado a esa misma administración en nuestra ciudad. No obstante, admitía que se encuentra a la espera de recibir órdenes de Madrid y se jactaba de tener un contacto frecuente y constante con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, algo que viene de lejos, cuando éste aún ocupaba la secretaría general del PSOE y le apoyó en el momento de ser defenestrado por el partido cuando se negó a cumplir con las directrices de abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy. Rojas aseveraba que en esos contactos con Madrid ni a ella ni a la delegada del Gobierno les habían comunicado nada sobre la posibilidad de que ambos partidos se repartan cargos en la ciudad.
Oyendo a la responsable socialista, parece que aún está en la anterior legislatura, cuando el PSOE gobernaba en solitario y tenía la decisión exclusiva sobre las personas que debían ocupar las direcciones provinciales y demás áreas del Gobierno de la Nación en Melilla. Pero por medio se han producido unas elecciones, las 10 de noviembre, en las que los socialistas no solo no aumentaron sus escaños (pasaron de 123 a 120) sin que, para continuar gobernando, se han visto en la obligación de aceptar una coalición que nunca quisieron, como admitía el propio Pedro Sánchez cuando decía que no iba a poder dormir si aceptaba una coalición con Podemos. Sánchez ha cambiado de opinión o eso parece, porque finalmente sí ha pactado y eso le ha supuesto compartir tareas de gobierno con los morados, pero ahora quien tendrá que asumir también que se debe hacer ese reparto es la líder los socialistas melillenses. Pretender tener la exclusividad de los nombramientos no parece que vaya a permitirlo su socio y parece de justicia que reclame para sí las áreas que lleva Podemos a nivel nacional. Otra cosa no se entendería.
