Tras la “destitución” la semana pasada de Jesús Delgado Aboy como presidente provincial de Vox, dicha formación presentó ayer en el registro de la Asamblea de Melilla un escrito que comunica su “inhabilitación para desempeñar cargo o función en el partido y/o en representación de éste”, habida cuenta que no ha renunciado a su acta de diputado. De esta manera, Vox pasará a tener solo un diputado, de los dos que obtuvo en las elecciones del 26 de mayo de 2019, lo que supone la pérdida de su grupo parlamentario. El único diputado que le queda, Juan Carlos Escoz, que iba en la lista electoral de dicho partido como número 2 detrás de Delgado Aboy, pasará al Grupo Mixto, integrado desde el inicio de la legislatura por el único diputado de Cs y presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro.
Delgado Aboy, por su parte, se quedará como “diputado no adscrito”. Vox informó ayer en una nota de prensa de que en el escrito que había dirigido a la Asamblea solicitó que su expresidente en Melilla pase “al grupo parlamentario de no adscritos”, si bien en la Asamblea no existe un grupo como tal, sino únicamente diputados que tienen dicha condición.
Según informó Vox, la destitución de Delgado Aboy como su presidente provincial en Melilla se produjo la pasada semana “como consecuencia de sus actuaciones personales, incompatibles con ostentar la representación de esta formación política”.
El escrito en la Asamblea fue registrado ayer “después de que Delgado incumpliera su compromiso con Vox de renunciar a su acta en la Cámara”, a pesar de que la Vicesecretaría Nacional de Organización le había indicado que no tenía la confianza de la formación para ejercer dichas funciones.
Investigación
Vox señaló que la pérdida de confianza en Delgado Aboy se ha producido tras “varios comportamientos, tanto de su vida personal como de su actividad política, que chocan con los valores y principios defendidos” por dicha formación política.
Así, recordó que su ya expresidente provincial se encuentra en un proceso de investigación tras su paso por la presidencia del Colegio de Médicos de Melilla “por un presunto caso de irregularidades en los gastos”.
Además, “ha intentado dañar la imagen de Vox con comportamientos que son inadmisibles y contrarios al régimen disciplinario con el que se comprometió al entrar en el partido”, entre los que destaca la difusión de conversaciones “en las que criticaba abiertamente a los dirigentes de Vox”, los cuales fueron filtrados a principios de este mes en la prensa nacional.
En dichos audios, sobre los que Delgado Aboy aseguró que habían sido manipulados, Vox afirma que éste “propagaba mentiras a la vez que amenazaba con salirse de la disciplina del partido y organizar otra formación”, lo que supuso “una nueva llamada al orden”.
También se refirió Vox al “uso de engaños en las explicaciones dadas a los responsables nacionales” del partido “y el mantenimiento de contactos con dirigentes de otros partidos para alcanzar acuerdos sin el conocimiento de los responsables políticos”.
Todo ello ha llevado a Vox a tomar la decisión de presentar el escrito de inhabilitación y abrir un proceso para su expulsión del partido.
