De igual modo, hay que destacar que el equipo melillense hace dos jornadas, en Alicante, también lograba batir su mejor marca de rebotes ofensivos en la competición, con 23 rechaces, mientras que el pasado viernes conseguía su mejor registro de rebotes defensivos en un partido, con 43. El Melilla Baloncesto batía el pasado viernes, en su victoria ante el Carramimbre CBC Valladolid, su récord histórico de rebotes en un partido de la LEB Oro. Las 51 capturas que lograron los de Alejandro Alcoba, en el Pabellón Javier Imbroda, supera la anterior marca que tenía el club tenía fijada en 49 y que había logrado anteriormente en dos ocasiones: en la temporada 2015-2016 ante el Palencia y en la 2003-2004 ante el Aracena.
Si bien es cierto que, en esta ocasión, el decano llegó a disputar dos prórrogas en su duelo ante los vallisoletanos.
Philipp Hartwich lideró este capítulo en el choque frente al Carramimbre CBC Valladolid, con quince rebotes, bien secundado por el otro pívot azulón, Amadou Sidibé, que se fue hasta los doce. También sobresalió en esta faceta un habitual como Caleb Agada con siete rechaces, quien, y a pesar de no tratarse de un hombre interior, está siendo uno de los mejores de los melillenses en este apartado durante la temporada. Cabe destacar que los once jugadores del primer equipo capturaron al menos un rebote durante el encuentro.
Se da la circunstancia de que el Melilla Baloncesto es, además, el mejor conjunto reboteador de la categoría con 37.5 capturas por partido y cuela a tres jugadores, Sidibé (6.8), Hartwich (6.7) y Uclés (6.3), en el TOP 20 de la liga.
