El Museo de las Peñuelas destaca este febrero como pieza del mes, la escultura titulada Desproporción, de la artista mexicana afincada en Melilla Maricela Castillo en la que recoge en mármol blanco, la imagen de una porteadora marroquí con un gran fardo a sus espaldas. El director del museo de arqueología e historia, Francisco Alfaya, explicó que la pieza del mes es la escultura “Desproporción” de la arista Maricela Castillo, nacida en México, que cuenta con una importante formación académica en la Universidad Esmeralda de la capital azteca y también es licenciada por la Universidad de Granada.
“Esta obra, de alguna manera, sale del academicismo de la escuela francesa y muestra la influencia del muralismo mexicano que quería acercar la cultura al pueblo representando a personas con mestizaje indígena, y que extrapolándolo a Melilla, cuenta con una carga importante iconográfica de una realidad que conocemos” como es la de las porteadoras del comercio atípico, dijo. La obra en sí fue premiada con un accésit en 2007 del Certamen nacional de pintura y escultura Ciudad de Melilla. La ciudad cuenta con otras obras de la artista mexicana.
Maricela Castillo explicó que la obra está tallada en mármol blanco de Macael y en el proceso escultórico “se ha seguido una técnica sustractiva que va quitando lo que sobra, que tiene que ser muy certera y cuidadosa porque el material que se retira ya no se puede volver a pegar”. En esta ocasión tenía la idea tan clara, que realizó el dibujo de la obra a realizar directamente sobre el mármol. Se sirvió además de distintas herramientas, desde un martillo neumático a lijas, para darle forma a la escultura.
La inspiración le vino tras visitar el barrio Chino y ver una porteadora “muy pequeña, con un gran fardo a las espaldas, que calzaba unas botas de hombre que seguramente le ayudaban a mantener el equilibrio”. Señala que pocas veces los melillenses nos paramos a analizar el significado del porteo porque se ve como algo cotidiano.
“Creo que el trabajo que aquí se refleja es la aportación de la mujer en la vida laboral y doméstica de Marruecos”, simbolizando en el fardo el peso que soportan para mantener la economía familiar.
“Me impresionó verla, porque era una mujer muy pequeña, con un fardo que la superaba en tamaño y llevaba unas botas grandes, de hombre, y pienso que la ayudaban a no caer de espaldas. Se titula Desproporción porque es la desproporción que hay en el trabajo y en la vida de estas mujeres”, explicó.
