La Dirección Territorial del Instituto de Gestión Sanitaria (INGESA) ha admitido que en los dos primeros días de febrero se agotaron todas las existencias de mascarillas para un mes debido a una alarma innecesaria. Así explica que las informaciones ofrecidas por los medios de comunicación sobre el coronavirus en las que se señalaba como medio de protección las mascarillas FFP2 y FFP3, creó confusión y/o alarma tanto en profesionales como familiares de los pacientes y se hizo un uso indebido de estas, ya que había ni hay pacientes afectados por esa enfermedad en el Hospital Comarcal. Ante esta situación de alarma innecesaria, ha señalado el organismo que dirige Omar Hoauri, se procedió a tomar medidas que recordasen el uso correcto y adecuado de los distintos tipos de protección ante las patologías que afectan a los pacientes ingresados y sus necesidades de aislamiento.
Este uso incorrecto produjo un consumo excesivo de estas mascarillas: en enero se cuadruplicó su consumo respecto al mes de enero de 2019 y, en febrero, en dos días se consumieron la totalidad de un mes completo, por lo que fue imprescindible tomar medidas correctoras. Máxime si se tiene en cuenta que, ante la situación de desabastecimiento mundial y nacional provocada por este virus, el Hospital Comarcal se podía quedar sin un elemento básico de protección.
La gripe A
Asimismo, han destacado que desde 2010, dentro de la campaña anual se contempla el virus de la gripe A, ya que forma parte de la gripe estacional. “Desde ese año las medidas que debe tomar el personal sanitario son las mismas, las establecidas para la transmisión por gotas en las que se especifica que el equipo de protección aérea que debe utilizar es la mascarilla quirúrgica y no las mascarillas FFP2 o FFP3, por tanto, no se requieren equipos especiales de protección individual” ha detallado. No obstante, ha aclarado que “casi a diario, ingresan en el hospital enfermos que requieren medidas de aislamiento. En estos casos se coloca un cartel en la puerta que indica el mecanismo de transmisión y el equipo de protección a utilizar. Además, en los casos de duda, estas son aclaradas por el Servicio de Medicina Preventiva y el Servicio de Prevención”.
Solo el 25% del personal sanitario se vacuna
Ingesa ha señalado que el Equipo de Protección Individual para atender al paciente con gripe es simple, consta de una mascarilla quirúrgica desechable y un par de guantes, elementos que todo el personal conoce y sabe utilizar. En caso de que se prevean salpicaduras de fluidos, hay que utilizar bata y gafas protectoras, elementos de los que también están dotados los diferentes servicios.
Con respecto a la información difundida sobre el contagio de dos profesionales sanitarios, la Dirección Territorial ha apuntado que “habría que preguntarse primero si se han vacunado, ya que es el primer pilar que se establece para la Prevención de la gripe es la vacuna”. Al respecto, ha subrayado que “el porcentaje del personal del Área de Salud que se vacuna es muy bajo, del 25%, pudiendo contraer la gripe como el resto de la población” han indicado.
