La secretaria general del PSOE en Melilla, Gloria Rojas, afirmó ayer que no era necesario que Pablo Casado (PP) trasladara a petición de Juan José Imbroda los problemas de la ciudad al presidente Pedro Sánchez porque afirma que los conoce de primera mano gracias al contacto “constante” que tanto el jefe del Ejecutivo como sus ministros mantienen con la Delegación del Gobierno y con ella misma. Indicó Gloria Rojas que hace unos días el presidente del PP melillense, Juan José Imbroda, informó que había pedido al líder nacional de su formación, Pablo Casado, que trasladara al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la situación de Melilla. Pero afirma la portavoz socialista que “no hace falta, porque Sánchez conoce perfectamente la situación de la ciudad”.
Ese conocimiento responde al contacto que afirma que mantiene con el partido en general y con la propia secretaria general del PSOE en Melilla, Gloria Rojas. “El contacto es frecuente y continuo y también porque el contacto de la Delegación del Gobierno con los diferentes ministros sigue esta misma línea”, dijo.
A Rojas le llama la atención que Imbroda “demuestre este interés cuando ha estado veinte años gobernando en la Ciudad y con el PP en el Gobierno central y no han hecho nada”. Reiteró que el Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos “conoce de primera mano la situación que hay en Ceuta y Melilla porque los ministros tienen una constante y frecuente relación con las delegaciones del Gobierno y la comunicación conmigo es constante”. Por ese motivo, le manifestó a Imbroda que le hubiera gustado que “hubiera demostrado ese interés en todos los años que han estado con mayoría absoluta aquí y gobernando a nivel nacional”.
Vallado perimetral
En otro orden de cosas y a preguntas de los periodistas, Rojas dejó patente que “no es contradictorio” como considera el PP, que se valla a quitar las concertinas y que se eleve a diez metros la altura del vallado perimetral. “Siempre hemos abogado por una inmigración regulada y controlada bajo el paraguas de los derechos humanos, y las concertinas son lesivas como hemos podido comprobar por el daño que ocasionan a los inmigrantes. Evidentemente subir un poco la valla no es para nada lo mismo, sino que se intenta que la inmigración sea algo regulado, quitando los elementos lesivos que provocan daños a las personas”, dijo.
La transformación de España y Melilla
Por otra parte, Rojas aseguró ayer que los seis puntos que recoge el proyecto de transformación que Pedro Sánchez propone para España “se pueden aplicar al cien por cien en Melilla”. Así, indicó que el primero tiene que ver con el crecimiento de la economía y la creación de empleo, con medidas como la subida del salario mínimo interprofesional hasta el 60% del salario medio; la aprobación del estatuto del becario y cambios en la reforma laboral. El segundo eje es el de la digitalización a todos los niveles, garantizando la igualdad de oportunidades.
El tercero será la transición ecológica para dar respuesta a la emergencia climática, incluyendo un plan de movilidad sostenible. En cuarto lugar, convertir a España en el país “más comprometido del mundo con la igualdad de género y los derechos civiles” profundizando en el pacto de Estado contra la violencia de género, equiparando el permiso de maternidad y paternidad y la modificación de la ley trans, entre otras.
Otro eje será reducir la brecha social y combatir la pobreza, renovando el pacto de Toledo para lograr “pensiones dignas”. Se quiere también revitalizar el sistema de dependencia, aprobar una nueva ley educativa, y movilizar el suelo público para lograr “alquileres sociales y asequibles”. Dijo Rojas que esta es la hora de ruta del PSOE para los próximos años y que el último reto tiene que ver con el diálogo y la cohesión territorial para lograr “una España más unida en su diversidad y siempre comprometida con la Europa de los Derechos Humanos”.
Apostilla que tanto el PSOE local como la Delegación del Gobierno van a trabajar “con intensidad para que esa transformación llegue al cien por cien a la ciudad” y criticó que mientras el Gobierno central se centra en cuestiones para “mejorar la vida de los españoles, la oposición habla de Venezuela”.
