La diputada local del grupo de Coalición por Melilla (CPM), Dunia Almansouri, considera que la declaración institucional firmada entre Ceuta y Melilla en demanda de ayuda del Estado para combatir la crisis que padecen ambas ciudades, debe servir “para pedir una mayor atención al Gobierno y no para fomentar cuestiones de crispación” y añade que CPM “no va a alimentar ningún tipo de crispación entre las ciudades autónomas y Marruecos”, sino que aboga por el fortalecimiento del acuerdo de buena vecindad. En rueda de prensa, Almansouri ha querido dejar clara la postura de CPM respecto a la declaración institucional firmada en Málaga entre los presidentes de Ceuta y Melilla demandando al Estado acciones para combatir la crisis económica y social que padecen ambos territorios, y apunta que este documento no debe servir para “fomentar cuestiones de crispación”.
Según la diputada cepemista, su partido, tanto en la oposición como ahora con responsabilidades de gobierno siempre ha abogado “por ese tratado de buena vecindad entre España y Marruecos y entre las ciudades autónomas y las zonas limítrofes con el país vecino”.
En ese tratado, “establecíamos una serie de condicionantes, de políticas de progreso y desarrollo que beneficiarán a ambos lados de la frontera, y en él se hablaba de cuáles serían los condicionantes en cuanto a los controles y los flujos por la frontera de las dos ciudades”.
Pero sin entrar a analizar el contenido de la declaración institucional, sí quiso dejar de manifiesto que “la línea política de CPM nunca a va a ir encaminada a alimentar ningún tipo de crispación entre las ciudades autónomas y Marruecos”. Entienden que “se deben establecer medidas urgentes de apoyo al comercio, dotar a las fronteras de las infraestructuras y medios suficientes, tratar de forma decidida la situación de los menores tutelados y recuperar las ayudas del Estado, pero todo esto es función del Gobierno local y el Gobierno central”.
De la misma forma, considera que es el Ejecutivo de España el que tiene que “mediar con Marruecos para que ese tratado de buena vecindad, que es beneficioso para ambos países, sea una realidad”.
Declaración de intenciones
Entiende que la declaración institucional debe servir para “reclamar al Gobierno central, las cantidades económicas que necesita la ciudad y que trate a Melilla con la equidad y la justicia necesaria para que los ciudadanos disfruten de la misma igualdad de derechos que el resto de los españoles”.
La declaración demanda una “discriminación positiva para que los melillenses podamos estar dentro de la media de España en cuestiones como el empleo y la pobreza, y este documento debe ser para pedir esta mayor atención al Gobierno y no para fomentar cuestiones de crispación”.
Almansouri, en respuesta a las manifestaciones del PP que critica que en esa declaración no se recojan medidas concretas de actuación, señaló que este documento es “una declaración de intenciones y ahora viene negociar con el Gobierno de la nación las distintas cuestiones que se recogen”.
Reitera que se trata de un texto “genérico y que hay que desarrollar cada uno de los puntos que se enmarcan en el documento, como el tema de los menores, que entendemos que el Estado debe recuperar estas competencias porque es el que tiene la interlocución válida con Marruecos, y no Melilla”.
Por último, Almansouri, también quiso marcar distancias con Vox que ha asegurado que en la declaración institucional veían sus “pretensiones cubiertas”. Dejó patente la cepemista que discrepan de los posicionamientos de un partido de “extrema derecha que es nocivo para los intereses de Melilla y de todos los españoles, porque pone en riesgo derechos y libertades consagradas en la Constitución”.
