La Asociación TEAMA ha comenzado esta semana con su programa ‘Vida Independiente’ en el que participan 15 usuarios para que aprendan cómo vivir solos y todo lo que deben saber dentro de un domicilio además de otras actividades sociales. El objetivo de esta actividad es fomentar la autonomía personal, social y comunitaria de personas con discapacidad con diversidad funcional. La presidenta de TEAMA, Susana Morillo, explicó a este Diario que el programa comenzó el miércoles con 15 usuarios matriculados que se han dividido por edades y capacidades. En total, cada grupo formado por tres o dos personas permanecerán entre 3 y 4 horas en el domicilio, pero en esta ocasión ha sido la primera toma de contacto para conocer la casa para saber que es lo que van a ir haciendo, y luego ir variando en función de los objetivos marcados.
Asimismo, apuntó que, aunque hay actividades conjuntas, también se trabaja individualmente porque tienen que valorar qué dificultades tiene cada usuario.
Morillo destacó que tienen que utilizar las herramientas necesarias para mitigar esa dificultad, para que se sientan funcionales como cualquier persona. Por ello, se va a hacer un marcaje de objetivos con un plan individualizado de actuación e intervención gracias a la psicóloga del programa y un técnico sociosanitario.
Dejó claro que el objetivo es fomentar la propia autonomía personal a través del autocuidado y herramientas instrumentales para que aprendan a vivir solos como cocinar, lavar, etc. Pero también el desarrollo social para que puedan participar dentro de la sociedad, que su conducta se adecue a ir a distintos sitios, y la integración comunitaria para que se muevan en la comunidad para hacer cosas como ir al cine, apuntarse a una carrera, obra de teatro, etc. En la parte final también van a orientarles y asesorarles laboralmente para que sepan cómo ir al INEM, hacer el currículum, etc.
La presidenta de TEAMA cree que es un programa muy necesario porque el objetivo principal es que lleguen a vivir solos e independizarse y que aquellas personas que no puedan vivir solas, dentro del concepto familiar, tengan una mínima autonomía para que puedan quedarse solos en casa o colaborar en las tareas domésticas.
