El secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, afirmó ayer que el comercio atípico que se produce desde Melilla y Ceuta hacia Marruecos, sobre el que el país vecino ha manifestado su intención de ponerle fin, “conllevaba una afectado de los derechos y de la dignidad de las personas que hacían uso de la misma”. A preguntas de los periodistas, Pérez apuntó que el Gobierno de España es consciente de que el comercio atípico es “una peculiaridad que se arrastraba durante años”, aunque evitó pronunciarse sobre las declaraciones del director general de Aduanas de Marruecos, Nabyl Lakhdar. Lakhdar afirmó que Marruecos quiere convertir los puestos fronterizos de Ceuta y Melilla en pasos "similares a un aeropuerto", con una actividad comercial mínima, y anunció además que la campaña contra el contrabando en Ceuta va a aplicarse en breve en Melilla.
El secretario de Estado de Seguridad optó por no pronunciarse al respecto al afirmar que “no es una materia que stricto sensu corresponda al Ministerio del Interior”, aunque se refirió brevemente al comercio atípico hablando de él en pasado.
Asimismo, Rafael Pérez lanzó un mensaje asegurando que el Gobierno de España “se va a esforzar por la generación de una economía en Melilla basada en extremos de competitividad y del siglo XXI que no tenga que hacer uso de este tipo de cuestiones como el comercio atípico”.
