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El vicario Eduardo Resa apuesta en Melilla por “potenciar un respeto mutuo entre las comunidades y eliminar prejuicios”

El vicario, junto al Cristo del Socorro
(Autor: Melilla Hoy)

El vicario episcopal, Eduardo Resa, afirma que la convivencia multicultural de la que presume Melilla “sí existe” y asegura que “sería muy negativo que eso lo perdiéramos”. Por ese motivo considera que es preciso “potenciar un diálogo sereno, una comunión, un respeto mutuo entre comunidades y eliminar prejuicios”. Resa invita a la comunidad cristiana a participar de este Miércoles de Ceniza, inicio de la Cuaresma, “cuarenta días que vamos a dedicar a caminar, con auténtico espíritu de conversión, hacia la meta que es celebrar la pasión, muerte y resurrección de Cristo”.

  • Hoy arranca la Cuaresma y lo hace con el Miércoles de Ceniza. ¿Qué significa para el cristiano esta celebración?
  • Es un miércoles con nombre propio en el cual iniciamos el camino hacia la Pascua. Son cuarenta días que vamos a dedicar a caminar, con auténtico espíritu de conversión, hacia la meta que es celebrar la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Se estableció en el calendario de tal forma que sean cuarenta días hasta la Semana Santa, siguiendo además el número 40 que tanto se repite en la Biblia, como son los 40 días del diluvio, los 40 años peregrinando por el desierto, los 400 años de esclavitud en Egipto, los 40 días de Moisés en el monte parea recibir las tablas de los mandamientos y, de forma especial, los 40 días que Jesús pasó en el desierto, que es de donde parte el sentido de la Cuaresma y tiene como objetivo ser el camino a recorrer hasta llegar a la Pascua.
  • ¿Qué enseñanza nos traslada Jesús con esos cuarenta días en el desierto donde se sometió al ayuno y a las tentaciones mundanas antes de iniciar su ministerio público’
  • Jesús siempre es una enseñanza, es un libro permanente que nunca terminamos de aprender. Más que una enseñanza, lo que nos muestra es la actitud de Jesús y por eso la Cuaresma es un periodo privilegiado para entender esas palabras del Señor: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. También coge la pedagogía de la Cuaresma el ayuno de Jesús en el desierto. Pero lo que debe quedar claro es que el ayuno no busca el fastidiarme yo, sino que es un ayuno con vistas a que yo ayude a los demás, a compartir mi pan, y de ahí también la otra vertiente de la Cuaresma que es la limosna.

En la presentación del cartel de Semana Santa señalé no es que nosotros intentemos aplacar a Dios con las oraciones, el ayuno y la limosna, porque Él no necesita nada de lo que hagamos, sino que lo necesitamos nosotros para abrirnos más a Dios, para que Él esté dialogando con nosotros y nos abramos al amor de los demás. Es decir, que mi cambio, lo note el vecino en mi trato con él.

  • Pero es sin duda un proceso difícil y complejo.
  • Es muy difícil, pero por eso necesitamos muchas cuaresmas y que cada año hagamos la experiencia de la conversión. El Papa Francisco cada año pone el acento en un mensaje precioso, como en esta ocasión, en el cual cita unas palabras de la carta de San Pablo, en la que pide, en este periodo, “que os reconciliéis con Dios”, y eso es lo que vamos a intentar hacer. Por eso todos los ejercicios que hacemos con viacrucis, triduos y demás, todo va ensamblado en esa dirección de ir preparando la Pascua. Yo siempre digo, cuando me comentan que es todo muy difícil, que la moral cristiana siempre es cuesta arriba, porque lo fácil es ir cuesta abajo.
  • Si Dios no necesita nuestro ayuno, nuestra caridad, nuestra devoción y nuestras oraciones, ¿qué es lo que pide al creyente?
  • Dios pide un corazón más humilde, más sincero, más abierto a su ternura para que seamos capaces de tenerla con los demás. Por eso estos días también un profeta como Isaías nos va a ir marcando el camino, que deja claro que el ayuno que pide Dios es que compartas tu pan con el hambriento, que hospedes a los que no tienen techo, y que vistas al desnudo. Por ahí va la conversión que Dios quiere: un corazón más humano y no un corazón de piedra. Por eso el primer domingo de Cuaresma siempre leemos ese pasaje enigmático de las tentaciones del Señor, donde nos recuerda que no solo de pan vive el hombre, y de la experiencia de privarnos incluso de lo que pueda ser necesario para poder abrirnos al bien de los demás.
  • La tradición dice que en Cuaresma debemos abstenernos de comer carne, practicar el ayuno, la oración y la limosna. ¿Qué es realmente lo que debe hacer el cristiano?
  • Si nos comparamos con otras religiones, por ejemplo el Ramadán de los musulmanes, ellos lo llevan a rajatabla y solo comen a la puesta de sol y no beben agua durante las horas marcadas. Pero al cristiano, la Iglesia solo le pide el ayuno dos días al año, que son el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, un ayuno que no tiene que ser total, porque puedes beber líquidos. Ese ayuno lo pueden hacer personas entre los 18 y los 60 años.

Lo que la Iglesia sí pide es la abstinencia de comer carne todos los viernes de Cuaresma. Alguno se puede considerar que esto es algo trasnochado y que si no como carne, me puedo hinchar de pescado, pero el fin es otro. No comer carne esos días es un signo de comunidad, es decir, que no es algo que hago yo de forma individual, sino que es un signo de hermandad que indica que millones de católicos de todo el mundo lo llevan a cabo en estos cuarenta días que nos conducen a la Pascua. Esto va unido a que yo también sea austero, porque no se trata de no comerme un filete y me ponga morado de ostras.

Hay que practicar la limosna, buscando el compartir. Además, la Cuaresma es un tiempo privilegiado para la oración, y por eso en todas las comunidades parroquiales durante este tiempo se incrementan, como por ejemplo en el Sagrado Corazón que todos los días junto a la Eucaristía vamos a rezar las vísperas y los viernes haremos viacrucis. Lo que queremos es ayudar, y no obligar, a los que quieran para que sea un tiempo privilegiado de oración y acercarse al Señor. Por ese motivo los religiosos y religiosas de Melilla, tendremos un retiro cuaresmal y los laicos lo han pedido también para el 21 de marzo, que es una jornada que el Papa lleva dedicando desde hace cuatro años a la que él llama ’24 horas para el Señor’. Ese día nos pide que las iglesias estén abiertas el mayor tiempo posible para que el que quiera, pueda participar de esta experiencia.

  • ¿Qué se ha previsto para este Miércoles de Ceniza como arranque de la Cuaresma?
  • A las ocho de la tarde, en el Sagrado Corazón, se celebrará la Eucaristía en la que se impondrán las cenizas a los asistentes. Después, nos desplazaremos a la Plaza de las Culturas para realizar un vía crucis. Este miércoles por la mañana, visitaré a los enfermos del Hospital Comarcal para imponerles la ceniza.
  • ¿Cuáles son sus previsiones para esta próxima Semana Santa?
  • Celebrar con la mayor dignidad posible todos los oficios religiosos. Siempre digo que la Semana Santa tiene dos vertientes, una que es cultural, preciosa, que se celebra en los templos, de tal manera que la liturgia es la mejor actualización del Misterio Pascual. Esas celebraciones tan cuidadas del Domingo de Ramos, la misa del Miércoles Santo en la Catedral de Málaga, el Jueves Santo con la misa preciosa de la cena del Señor con el lavatorio, el Viernes Santo con la acción litúrgica de la muerte del Señor y la gran vigilia pascual. Todas estas celebraciones las cuidaremos con todo el cariño del mundo, a las que invitamos a la comunidad cristiana.

Pero después tiene esa vertiente de que es tan grande el Misterio Pascual, ese amor que se entrega, que no lo puedo guardar solo en el templo, sino que lo sacamos a la calle y hacemos esa representación bíblica, evangélica, de los Misterios centrales de nuestra fe, como son la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Cada procesión en Melilla va poniendo énfasis en esas actitudes de ir viviendo, en casa paso, la pasión del Señor. Tiene esa vertiente de interiorizar el Misterio Pascual, actualizado en la liturgia y ponerlo prácticamente en unas catequesis virtuales en la calle. En ese sentido será una Semana Santa muy intensa, pero creo que tiene que ser muy rica y la gracia de Dios se va a volcar sobre nosotros y sobre la ciudad.

La riqueza de la convivencia multicultural melillense, una realidad a proteger y fomentar

  • En el tiempo que lleva en Melilla como vicario, ¿ha sido testigo de eso que tango se habla como es la convivencia multicultural melillense?
  • Yo creo que sí existe y sería muy negativo que eso lo perdiéramos. Hay algo que me da mucho miedo, que llega la Semana Santa y tenemos que tener un equilibrio para que no se enfade o se moleste alguien. Creo que eso no debe ocurrir. Nos tenemos que respetar unos a otros. Por ejemplo, cuando llega el Ramadán, para mi es una satisfacción acompañar a mis hermanos musulmanes en este proceso de purificación y conversión, que es muy parecido a nuestra Cuaresma en este sentido. Yo sé que hay actos públicos que se hacen y se retransmiten, y entonces tenemos que tener un cuidado exquisito y hay que entender que, porque se transmitan unos oficios de Semana Santa en la televisión pública, esto no va en detrimento de otras confesiones religiosas. Creo que, en ese sentido, la Iglesia Católica tiene abiertas las puertas a todo el mundo y yo no pongo trabas a que venga un periodista o unas cámaras y graben una misa. Eso es así. Creo que el respeto no está en que yo corte para que tú te afirmes, sino que está en la pluralidad. Creo que lo mejor es que se conozca qué celebramos los cristianos en Semana Santa y, en ese sentido, los medios de comunicación pueden ayudar mucho. Además, si no hay medios de comunicación, las personas que no pueden venir a la iglesia se quedan sin ver estos oficios. Considero que esa tolerancia, ese respeto, esa multiculturalidad la tenemos que cuidar muchísimo y puedo poner, como un ejemplo de ello, que en la Ruta de los Templos que se hizo el domingo, de las cuarenta personas que visitaron el Sagrado Corazón, el 60% eran hermanos musulmanes, y eso es perfecto. Lo que debemos es potenciar un diálogo sereno, una comunión, un respeto mutuo y eliminar prejuicios.

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J.A.M

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