Omar Hamed Abdel-Lal, presidente del Medina C.D., resalta que este nuevo club melillense ha sido creado recientemente con el objetivo de formar a jugadores y darles apoyo escolar, además de proyectarlos de forma escalonada antes de dar el salto a categoría nacional. El Medina C.D. está constituido por cinco socios y trabaja con un total de más de sesenta jóvenes deportistas, pertenecientes a las categorías locales de Infantil, Cadete y Juvenil, tanto en fútbol once como en fútbol sala. Su presidente analiza, en una extensa entrevista a MELILLA HOY, la actualidad de este deporte en la ciudad, aunque lamentó que en el fútbol local “se mire más por recibir una subvención que en formar a los niños”, asegura. -¿Cómo nace el Medina C.D. y cuáles son sus objetivos?
Hace tres años comencé a entrenar a porteros en el C.F. Rusadir, aunque ya tenía la idea de montar el club, con otra finalidad muy diferente a lo que se viene haciendo aquí en Melilla desde hace muchos años. Nuestra finalidad es la formativa, aunque desde hace dos años llevo trabajando en una empresa del mundo de la representación de futbolistas, WASSERMAN MEDIA GROUP. Soy prácticamente quien representa a Mizzian, jugador melillense del Real Betis Balompié. En Melilla hay muchos jóvenes con talento y merecen una oportunidad, pero en la parte formativa no alcanzan el nivel nacional.
Nos hemos juntado cinco socios para intentar dar un cambio a las formas de hacer las cosas y somos el único club de Melilla que tiene una academia para dar formación escolar a los niños, con tres horas de apoyo escolar a la semana, dedicamos una hora a la semana para trabajar en un gimnasio de la ciudad y nos basamos también en la metodología de la Academia MARCE. Tenemos un aula audio visual, donde los chavales analizan al rival, dan clase de metodología o tecnificación, y luego la idea es coger a esos chavales que están a punto de caramelo y darles proyección. A día de hoy, somos el único club de Melilla que ha sacado a doce jugadores para llevarlos a hacer pruebas a clubes de la Península y estamos a la espera para llevar a otros dos niños, de 11 y 12 años, al Sevilla F.C. Son cuatro los que de momento han dado positivo en dichas pruebas y el resto todavía debe trabajar mucho. Pensamos que aquí en Melilla, a nivel formativo, no hay nivel por parte de los entrenadores, ni que tampoco tienen la herramienta suficiente como para llegar a ese nivel.
-¿Cómo ve el fútbol local. Qué es lo que falla y qué necesita para mejorar?
Lo único que falla aquí son las ganas de hacer bien las cosas. Desde hace dos años, el problema que existe realmente es lo recaudativo. Se preocupan más por llegar a esa subvención que a formar a esos chavales. Estos jóvenes tienen talento, pero les falta ese algo, pero no lo encuentran. Entonces detecto un problema en cuanto a lo que se les dice o se les mete en la cabeza, ya sea en los entrenamientos o en los vestuarios. Tengo incluso entendido que hasta se les paga 200, 300 ó 500 euros por competir. Soy el único presidente joven que empatiza un poco con los chavales, algo que hacía siempre Yamili, presidente del C.F. Rusadir Melilla, hace más de 20 años, quien por entonces era un niño más. Me inspiro un poco en él, soy el Yamili del siglo XXI. El problema que veo es que el fútbol se ha olvidado del deporte y se está centrando más en las subvenciones, pero con qué finalidad, la del lucro.
No se está mirando por la formación del chaval, ni por darle proyección ni salida. Aquí tengo algún caso en concreto, en el que el Cádiz quiere un jugador y se le ha puesto muchas trabas para salir del club. Al chico le han quitado de la categoría nacional para jugar en la liga local, y tengo entendido que por una buena cantidad de dinero. Este es el reflejo del fútbol de hoy.
-¿Cómo tenéis previsto proyectar el club en el futuro?
En principio, estamos a expensas de presentar una iniciativa, a través de una asociación que estamos constituyendo, sobre todo para dar la cara por esos chavales, entre comillas manipulados, porque no saben ni cómo está actualmente la parte legal. Firman una licencia y al mismo tiempo han firmado un contrato con el ‘diablo’. A esos niños, a lo mejor a los dos o tres días de estar jugando, si no están a gusto, se les informa de que no se les va a dar la baja, y si quieren jugar al fútbol les dicen que lo hagan desde la grada, ya que no se les va a conceder la baja, venga quien venga. No hay libertad para ese futbolista. A través de esta asociación queremos dar ese asesoramiento jurídico y legal a esos chavales para que ellos también puedan decidir antes de firmar, y también queremos llegar a un acuerdo con la Federación Melillense de Fútbol para promover un poco este asunto, pero también está la parte política, que aquí se debe involucrar mucho para intentar hacer ese cambio deportivo.
-¿Qué medios tenéis para llevar a cabo vuestra labor?
Como he comentado al principio, somos cinco personas que nos hemos juntado, cada uno en su cometido. Hay un profesor que da deporte escolar y otro compañero que nos ha cedido un local para funcionar como club, mientras que el que dirige todo soy yo prácticamente. También tenemos un convenio con un gimnasio para que participe del proyecto y de este modo tenemos cubiertas todas las herramientas que necesitamos.
-¿Cómo ve el nivel deportivo de los jugadores locales?
Tenemos mucha técnica, pero no llegamos a ese nivel físico y de nivel deportivo. El niño es muy bueno cuando llega a la Juvenil de primer año, pero de repente lo coges de la nada y lo pones a competir ante un Sevilla o un Betis, que son filiales muy potentes, y se pierde. El salto es muy grande y ese niño necesita una proyección de forma escalonada. Otra idea que vamos a plantear desde la asociación es pedirle al Gobierno Local que se hagan categorías, pues ya se puede quitar un niño del fútbol sala, pues la duplicidad, como dice el consejero, nos está dando muchos problemas. La idea es que aprendan a competir desde las categorías menores y vamos a crear la escuela de formación, desde la categoría Prebenjamín, para que esos niños vayan creciendo en base a nuestra metodología.
También hay otro problema en las categorías Cadete y Juvenil, pues veo que no se han hecho bien las cosas. Los niños no están muy bien educados y no los puedo corregir. Es decir, o lo corriges desde abajo o ya es imposible. La actitud es malísima, y en cuanto le sientas un partido en el banquillo ya no quiere jugar. Ese niño no ha sido educado y no se le ha explicado con anterioridad que si está en el banquillo es para tener una rotación, pues según nuestro programa estadístico on line, tal jugador lleva tantos minutos jugados o entrenando en el fútbol sala. Son niños que están en dos categorías a la vez, con muchos minutos en el cuerpo, y el mismo programa te advierte que está en peligro o riesgo de lesión por sobrecarga, y esto los niños no lo comprenden. Cuando les explicamos que en cierto partido no van a jugar o van a disfrutar de menos minutos, ya te piden la baja, lo que demuestra que estos niños no han sido educados desde la base. Nuestra propuesta, simplemente es esa, educar desde abajo.
-¿Su llegada al fútbol local cómo ha sentado en los demás clubes locales?
Muy mal. Hemos montado un club nuevo y los niños son libres al 30 de junio. No tengo con qué convencerles, pues aquí lo que siempre se ha hecho es utilizar ese equipo de segunda B, de Tercera División, de División de Honor Juvenil o de Liga Nacional Juvenil como ‘caramelo’, con el objetivo de convencerlo y que se vaya a cierto club, comentándole que primero va a jugar en el equipo Cadete y que a la temporada siguiente jugará en categoría nacional. Yo no tengo eso. Lo único que hecho es explicarle a cada padre de familia o jugador la situación, que nuestra forma de hacer las cosas son de esta manera, la formación y la preparación. Sé lo que necesitan estos clubes, pues trabajo para una empresa de captación de futbolistas. Lo que voy a ofrecerles es una formación y en cierto tiempo, según su rendimiento, les buscaré una salida. Cada uno emplea sus armas de la mejor manera posible.
-¿Qué experiencia tiene en el mundo del fútbol y cómo ha llegado a este deporte?
En mis inicios fui portero de fútbol. He jugado en el equipo de Yamili, en el C.F. Rusadir Melilla, y luego me fui a Barcelona, donde he jugado en el C.D. Blanes, pero a mi vuelta firmé por el equipo Regional del GAAL-7 y a partir de ahí me encaminé más en formar a porteros. En el equipo del Reina Regente estuve un año y dos con el Rusadir Melilla. Al mismo tiempo se me pedía la obtención del título de entrenador de porteros y es otra de las cosas que desde la Asociación vamos a defender un poco, pues los formadores no están bien pagados. Algunos aquí lo hacen por vocación o de forma altruista, pero yo creo que haciéndolo de esta manera, el formador no se emple al cien por cien, pues no tiene un compromiso pleno. Viene, te enseña y ahí queda la cosa.
