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MUCHO MÁS QUE SOLO BICI

“Agua fresca”

Después de mucho meditar sobre temas muy serios, tales como seguridad vial, accesibilidad, sostenibilidad, gases de efecto invernadero, impacto medioambiental y salud pública, cierto es que la decisión de desarrollar en este artículo uno u otro, en este breve espacio, se convierte, al menos para mi entidad, en una misión verdaderamente peliaguda. No en vano, según tu formación, sensibilidad o incluso el tipo de educación recibida, cualquiera de ellos podrá despertar en ti cierta simpatía o indiferencia. Será por lo tanto decisión del que suscribe con toda la buena intención y capacidad de la que disponemos, proponer uno de estos temas y desarrollarlo de la mejor forma y capacidad que nuestras aptitudes nos permitan.
El tema escogido hoy, aunque recurrente, también es cierto que hace tiempo no desarrollamos en profundidad o con la debida importancia que se merece, no por no ser de gran calado social, que lo es, sino porque en esta vorágine de medios informativos, repartir nuestra atención entre los diversos temas que nos preocupan, es, aunque necesario, muy complicado. Así que, sin menoscabar ninguno de los temas tratados con anterioridad, hoy solicitaremos vuestra atención y así, con vuestra ayuda, nos haremos eco de un artículo ya publicado hace unos meses, el cual consideramos como poco llamativo por el carácter de quien lo desarrolla y en la forma que lo expone, digno de ser destacado por su importancia dentro del término de salud pública.
El artículo en cuestión es; “Movilidad y Derecho a Respirar Aire Limpio el Gran Reto de las Ciudades”, de la revista del Consejo General de la Abogacía del Estado. Vamos, como digo yo, una entidad de chichinabo (ironía). La forma en que este artículo llegó a mis manos no viene al caso. Lo que sí viene al caso son los datos, las conclusiones a las que llega, o más importante aún: los hechos que constata y las demandas que propone.
Frases como: “Ser plenamente consciente de que respirar aire limpio no puede ser solo un privilegio del fin de semana o de quienes habitan las áreas urbanas” deben de hacernos reflexionar sobre en qué tipo de entorno estamos desarrollando nuestras vidas y de cómo esta exposición permanente marcará nuestra salud y la de nuestros seres queridos en el año presente y los venideros. Recordemos que el 97% de la población mundial respira aire contaminado, estos datos y opiniones son inquietantes para el que suscribe. En este mismo documento se hace un llamamiento a la abogacía en general, sin restar un ápice de responsabilidad sobre la necesidad de que estos, a veces mal comprendidos servidores públicos o privados, se involucren en la protección, no solo del medio ambiente, no solo en la defensa del medio que habitamos cada día, sino también, y esto es lo más llamativo, de la defensa de las llamadas “riquezas naturales”. Toda una declaración de intenciones y un llamamiento a la cordura en este mundo donde sorprende, aún a día de hoy, que “el derecho a desplazarse como uno quiera prime sobre la salud pública”, un concepto ya tumbado por algunos jueces en diversas sentencias, algo por lo que sin duda nos sentimos orgullosos muy satisfechos, tal vez … ¿haya esperanza después de todo?

Derecho a respirar aire limpio
“Será obligación después, que los responsables políticos, compatibilicen el derecho a respirar aire limpio con facilitar la movilidad de quienes residen en las ciudades … y de los abogados responsables recuperar el terreno que la contaminación le ha ido ganado a los pulmones”. Est@s señor@s ¡no tienen medida! Estas afirmaciones tan provocadoras, y otras que no nos atrevemos a publicar aquí hoy por su carácter incendiario (ironía), deben de estimular el proceso político e institucional en el que las frases de cliché, el miedo a lo desconocido (fórmense) y la demagogia más recalcitrante sea expulsada definitivamente de este discurso diario que nos amenaza a todos, pues muchas cosas son dadas por sentadas sin estudio o rigor.
Pasen a modo valiente, señores políticos, pasen al discurso válido, pasen a modo formado, hagan caso de las acciones demandadas por todas las asociaciones que pensamos en el bien común por encima de ideas partidistas. Salgan a la calle, huyan del tiempo innecesario en los despachos, sientan el frío de una señora en la parada del autobús en pleno invierno (100.000 euros es el coste de hacerlas dignas), el temor de un ciclista a ser atropellado (es constante y no figurado), el humo en la cara del coche de turno sin I.T.V. (18.000 en nuestra ciudad), soporten el ruido de escapes de motos trucadas (el 97% del ruido es de puro tráfico), de aceras reventadas, de pasos de peatones destrozados, crucen sin visibilidad calles 60 o 70, caminen si pueden por la calzada de calle Legión en esa imaginada preferencia peatonal, pues todo está por lograr en nuestra ciudad y no es esperanza lo que señalan estas palabras es auténtico y genuino desasosiego.

Muertes prematuras
Madrid y Barcelona, reza el mencionado informe, han registrado 28.339 muertes prematuras por culpa de la contaminación atmosférica en la última década. En todo el territorio nacional se llegó en apenas 10 años a 92.672 muertes prematuras. En el último año, en el territorio español la cifra llega a 30.000 muertes, la aceleración es continua y no tiene visos de menguar. Si son muchas o no, júzguenlo ustedes, las cifras son, creo, y es mi opinión personal, alarmantes, pero eso lo decimos, quienes como vosotr@s no tenemos ninguna capacidad de provocar el cambio que entendemos tan necesario, ¿o sí?
101 enfermedades vinculadas a la contaminación medioambiental, un gasto sanitario en España de más de 37.000 millones de euros al año, más de 8 millones de fallecidos al año en todo el mundo, un parque móvil de más de 29 millones de vehículos, solo en nuestro país, y casi un 8% de aumento en los últimos 5 años, y aun así, nos venden que están en crisis, eso sí que es una ironía.
La OMS nos dice: “nos enfrentamos al mayor riesgo ambiental para la salud y que además tiene consecuencias climáticas y económicas”, pero ¿seguiremos usando el vehículo en nuestra ciudad para recorrer 500 metros? 30.000 desplazamientos en coche al día son con este fin.
El artículo mencionado antes también da algunas respuestas, tales como: reducción de los límites de velocidad, imposición de sanciones, mejorar el transporte público, acciones para popularizar el transporte en bicicleta y patines, ¿les suenan algunas?, ¿todas?
Les invito a que visiten la página de Melilla Con Bici. Como tantas otras cosas que no tienen precio en esta vida, nuestra página es gratis.
Ser profeta en tu tierra es imposible, tampoco lo pretendemos, así que hagan como si no estuviéramos, como si lo expuesto aquí hoy fuera “agua fresca”.

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