Romaric Belemene, alero del Club Melilla Baloncesto, pasó por la sala de prensa de la entidad que preside Jaime Auday para analizar la previa del encuentro que el decano de la LEB Oro disputará este viernes ante el Levitec Huesca en el Pabellón de Deportes Javier Imbroda Ortiz, a partir de las 2015 horas. El jugador congoleño mostró un “gran respecto” por el Levite Huesca, conjunto clasificado en la decimocuarta posición, pero sobre todo espera que el Melilla Baloncesto se reencuentre con el “juego intenso en defensa” para poder aspirar a la victoria. Además, Romaric Belemene no ha querido poner ‘paños calientes’ y reconoce que el equipo “debe mejorar en ataque si quiere hacer cosas importantes, aunque estamos tratando de solucionarlo en los entrenamientos”.
El alero del decano ya sólo piensa en ganar el próximo encuentro, una vez se ha reflexionado sobre la derrota del pasado domingo. “Fuimos con muchas ganas de ganar a San Sebastián, pero al final nos salió un mal partido, pero ahora solo toca levantar la cabeza y seguir trabajando. No queda otra”.
No obstante, indicó que hay que mejorar en ataque. “En defensa, creo que estamos haciéndolo bien, pero en ataque tenemos que ser capaces de leer mejor el juego. Este está siendo nuestro problema y cada vez queda menos tiempo, aunque estamos trabajando duro en solucionarlo lo antes posible”.
Por otro lado, indicó que el encuentro ante el conjunto oscense se afronta desde el máximo respeto al rival. “En casa, estamos fuertes, pero venimos de perder en el último encuentro a domicilio, del que hemos aprendido mucho. En esta liga todos los equipos son duros y hay que jugar antes de hablar. Tenemos todo el respeto posible a Huesca y lo afrontamos como si fuese el primero de la Liga”.
Por ello, espera que el Melilla Baloncesto se centre en su juego para intentar superar el Levitec Huesca. “Siempre tenemos que mirarnos a nosotros mismos, pues jugamos en casa, y si somos capaces de imponer nuestro baloncesto, podemos ganarle a cualquiera”.
Para finalizar, solicitó la máxima unión posible para sacar adelante el encuentro. “Cada vez me encuentro mejor y soy uno más del grupo, pero las sensaciones es que somos casi una familia, además de jugadores. Me siento bien y con ganas de hacer cosas bonitas con este grupo”, concluyó.
