El Grupo de Amigos Futboleros de Melilla rindió, el pasado jueves, un merecido y emotivo homenaje a Francisco Sánchez Montoya, después de toda una vida dedicada al deporte del fútbol, como jugador, entrenador, secretario técnico y profesor de la Escuela de Entrenadores de Melilla, entre otras funciones. El acto se celebró en el Restaurante Miguel Benítez y contó con la presencia de unas cuarenta personas, entre las que se encontraban sus compañeros en la que fue su etapa de futbolista, los jugadores a los que dirigió como entrenador y quienes fueron sus presidentes, Diego Bernal y Francisco Benítez Muñoz. Además, Francisco Sánchez Montoya estuvo acompañado por sus familiares, entre ellos su hijo Óscar. Manuel Agulló, presidente del Grupo de Amigos Futboleros, resaltó que el homenajeado es una de las personas que más ha hecho por el fútbol de nuestra ciudad, pero si algo se le debe “es su gran aportación a la formación de los técnicos melillenses”.
Acto seguido, Sánchez Montoya recibió diferentes reconocimientos por parte de la U.D. Melilla, representada por Juan Moya, de la Federación Melillense de Fútbol, en concreto por Manolo Japón, presidente del Colegio de Entrenadores, y del Grupo de Amigos Futboleros
El técnico melillense se mostró muy emocionado y apenas pudo leer un discurso que tenía preparado para la ocasión, aunque resaltó que es un gran honor que el Grupo de Amigos Futboleros de Melilla haya tenido “este gran gesto de reconocer mi labor en el fútbol melillense”.
También aprovechó la ocasión para expresar su agradecimiento a todos los presidentes que confiaron en él para estar en la U.D. Melilla, como Joaquín Antequera, Francisco López, Francisco Benítez, Diego Bernal, Francisco Molina y Cristóbal Sánchez.
Además, no quiso olvidarse de dos personas de su máxima confianza para poder llevar a cabo su labor, en concreto Felipe Fuertes, como secretario técnico, y Vicente Ramírez, como preparador físico.
