Tras esta dura derrota, el cuerpo técnico y los jugadores de Melilla deben analizar los errores defensivos que marcaron el devenir del choque de ayer para no volver a cometerlos hoy (12’30 horas) en el enfrentamiento ante el País Vasco. Si los cadetes melillenses destacaron por algo ayer fue por el buen trabajo defensivo que realizaron. Sin embargo, todo lo contrario les ocurrió a los juveniles de Melilla que jugaron posteriormente, ya que sus errores en la zaga les costaron caro en su duelo ante Castilla La Mancha, cayendo por un claro 0-3.
A los 13 minutos iba a llegar el primer gol de los castellano-manchegos, siendo Álex el más listo de la clase, al aprovecharse de un mal despeje de la defensa melillense y soltar después un gran zapatazo desde la frontal del área que supuso el 0-1.
Los de Juan Antonio Luque reaccionaron bien tras el tanto encajado y comenzaron a mostrar su mejor versión, con buen juego en el centro del campo, aunque sin crear demasiado peligro sobre la portería rival.
Cuando mejor estaban los melillenses iba a producirse otro error atrás y del que, nuevamente, iba a aprovecharse Álex, esta vez para subir el 0-2, a falta de dos minutos para el descanso. Sin duda, todo un jarro de agua fría sobre la lluvia de Llodio.
La segunda parte fue un querer y no poder de los chicos de la ciudad autónoma, quienes estuvieron mucho mejor afianzados atrás, sin cometer fallos, aunque pronto se iban a quedar con un futbolistas menos con la rigurosa expulsión, con roja directa, de Abdel-Lah. A Melilla le tocaba remar aún más a contracorriente y con diez tuvo unos buenos minutos, en los que siguió buscando aminorar distancias. A trece minutos para el final, una cesión de cabeza de Suli hacia Óscar se quedó corta y Carmelo se adelantó para marcar el definitivo 0-3.
