La U.D. Melilla fue claramente superada por el C.F. Rayo Majadahonda por un contundente marcador de 0-3, en un encuentro en el que los visitantes causaron una muy buena imagen y reforzados con la llegada del nuevo entrenador Manuel Alcázar en sustitución del cesado Julián Calero. El equipo madrileño se mostró muy sólido, compacto y competitivo durante todo el encuentro, y fue muy superior a los melillenses, sobre todo en el primer tiempo, en el que dejó prácticamente sentenciado el choque, mientras que los locales apenas pisaron el área rival.
Con esta derrota, el Melilla vuelve a dar otro atrás y se despide prácticamente de sus posibilidades de clasificarse para el Play-Off, por lo que deberá centrarse exclusivamente en intentar mantener la categoría, ya se ha situado a tan solo 3 puntos de distancia del descenso directo y a 2 de la promoción.
Primera mitad
El C.F. Rayo Majadahonda completó un gran primer tiempo, en el que llevó la iniciativa en el juego, anticipándose a todas las acciones de los locales, ambicioso de cara al marco azulino y moviendo bien el balón, con muy buena asociación entre todos sus jugadores. De este modo, los visitantes maniataron a los locales e impidieron que pudieran salir desde atrás, mostrándose muy inseguros en la salida del balón.
El equipo madrileño avisó pronto de sus intenciones, ya que a los treinta segundos, Pulido se internó dentro del área y su disparo lo despejó, en una gran intervención, Oleaga, a saque de esquina.
Los locales lo intentaron en el minuto 3, a balón parado, en una falta ejecutada por Habran Junior, que salió fuera, y a partir de entonces el equipo que dirige Manuel Alcaraz llegó con bastante frecuencia sobre la meta melillense, ya que en el 9’, Tamayo se plantó sólo ante el meta unionista y su vaselina salió fuera, por encima del larguero.
Por su parte, la Unión Deportiva también lo intentó con un disparo de Dani Vega, desde fuera del área, que salió fuera, cerca del palo izquierdo.
El buen juego del Rayo Majadahonda tuvo su recompensa en el 21’, con una falta ejecutada por Llorente, desde 20 metros de distancia, que entró raso a gol, tras pegar en un defensor y descolocar al meta Oleaga.
El tanto hizo mucho daño al equipo de Manolo Herrero, que se mostró más inseguros y sin ideas frente a un rival que se mostró más ambicioso aún, ya que en el 23’, Carlos Bravo, en el mano a mano con Oleaga, intentó batirlo con una vaselina, pero el meta salvó un tanto cantado.
El Rayo Majadahonda tenía encerrado el Melilla y en el 38’ golpeó de nuevo duro a los locales, con el segundo tanto de la mañana, esta vez en una acción desafortunada, ya que Carlos Bravo centró raso y Jordi Ortega, en su intento de despejar el cuero, lo introdujo en su portería.
El Melilla estaba KO, fuera de partido, y pudo ser peor en otro mano a mano de Carlos Bravo con el cancerbero unionista, ya que su remate lo rechazó Oleaga, quedó muerto a los pies de Tamayo, que con todo a placer mando el balón fuera de puerta, en el 41’.
En la prolongación, la Unión Deportiva intentó marcar un gol psicológico para poder meterse en el encuentro, tras un saque de esquina. Adriá de Mesa remató por dos veces consecutivas a bocajarro ante el cancerbero Ángel Galván, pero éste, en dos grandes intervenciones, evitó que su rival acortara distancias.
En la reanudación, la U.D. Melilla mejoró su juego, aunque estuvo falto de profundidad para encontrar ocasiones claras y poder marcar lo antes posible para intentar como mínimo empatar el encuentro ante un rival que ya no consiguió llegar sobre la meta rival, como en la primera mitad.
No obstante, el Rayo Majadahonda se mostró muy cómodo, dejándose dominar por el Melilla, pues se defendía con gran orden y apenas se vio superado por su rival.
Las mejores acciones de los locales se resumen con un primer disparo de Adriá de Mesa, en el 61’, desde fuera del área, a las manos del portero; una falta ejecutada por Habran Junior en el 76’, con un potente chut que despejó con bastantes apuros el cancerbero, y un disparo de Dani de Vega, en el 80’, que salió ligeramente alto, por encima del larguero.
Sin embargo, los visitantes pusieron la guinda al pastel con el tercer tanto de la mañana, en el 83’, en un contragolpe de Carlos Bravo, tras aprovechar un despeje en una falta del Melilla, se plantó solo ante Oleaga, Pepe Romero intentó quitarle el balón, pero lo dribló hacia la derecha para rematar a placer al fondo de las mallas, pese a que Oleaga llegó a tocar el balón.
