Ni la peor crisis política entre España y Marruecos ni las diferentes crisis económicas registradas en estos años han conseguido tanto como la crisis del coronavirus: el cierre total de la frontera de Melilla. Ni la peor crisis política entre España y Marruecos ni las diferentes crisis económicas registradas en estos años han conseguido tanto como la crisis del coronavirus: el cierre total de la frontera de Melilla.
La medida se anunciaba anoche por sorpresa, cuando la Delegación del Gobierno confirmaba lo que momentos antes avanzaba la prensa de Nador. La noticia en la ciudad saltó a las 22.30 horas y, a través de un portavoz gubernamental, se advertía “que a partir de las 6.00 horas va a quedar cerrada la frontera de Beni Enzar, por lo que se recomienda que todos los ciudadanos de Melilla que se encuentran en Marruecos retornen con la mayor brevedad posible a la ciudad”.
Es decir, menos de 8 horas de una clausura de los puestos fronterizos por parte de Marruecos, los melillenses que se encontraran en el país vecino por el motivo que fuera -turístico, familia, económico, …-, tenían que pasar a toda pastilla a la ciudad para no verse atrapados en Marruecos en un cierre que no sabemos lo que va a durar.
No hay confirmación oficial, porque Marruecos no emite comunicados en estas cuestiones, como sí hizo la Delegación del Gobierno. La única referencia que tenemos es la prensa de Nador, que en sus informaciones apuntan a que el “cierre es indefinido” por el deseo de las autoridades alauitas de preservar una cuarentena en relación a España, con la que ayer, además de cerrar las fronteras de Ceuta y Melilla, también suspendía todas las comunicaciones por barco y avión con nuestro país. Es decir, incomunicación total en estos momentos con Marruecos por tierra, mar y aire. Los medios nadorenses estiman que esta situación puede durar un mínimo de 15 días.
Tras el anuncio marroquí, sobre las 1.30 horas ya no había prácticamente coches queriendo entrar a Beni-Enzar, en un día en el que Barrio Chino fue clausurado para el comercio atípico y Farhana vivió cortes de la frontera a partir de las tres de la tarde. A esas horas de la madrugada, a cuatro horas y media del cierre, mientras en la parte española ya no había prácticamente vehículos queriendo entrar en el reino alauí, en el lado marroquí se registraban grandes colas de vehículos buscando cruzar a Melilla. Las horas y los minutos corrían a gran velocidad y todos los que tuvieron conocimiento de este cierre y no les pilló lejos de Nador, por ejemplo, quienes estuvieran de turismo en ciudades lejanas, querían evitar a toda costa quedar atrapados en Marruecos no se sabe por cuántas semanas, porque todas las comunicaciones con España ya están desde este viernes suspendidas.
Una decisión drástica originada por la crisis del coronavirus, que unos aplaudieron y otros, en cambio, criticaron por el impacto de todo tipo que tendrá sobre nuestra ciudad y que analizaremos en próximos artículos.
