El vicario episcopal de Melilla, Eduardo Resa, coincidiendo con la onomástica de San José, festividad de los padres, pide al santo, “gran valedor de todas las causas que se le encomiendan”, que en estos difíciles momentos generados por la aparición del coronavirus Covid-19, que proteja a Melilla y al mundo. También recuerda que, cumpliendo las normas recogidas en el Decreto del Estado de Alarma, las misas se celebrarán a puerta cerrada. Recuerda el vicario que la Iglesia Universal comienza con las primeras vísperas del 18 de marzo a celebrar la Solemnidad de San José, Esposo de la Virgen María, “padre legal de Nuestro Señor” que se conmemora este jueves, 19 de marzo.
San José
San José “es el Patrono de toda la Iglesia, de las familias, de los seminarios; modelo de padre y me gustaría felicitar a todos los que sois padres y lleváis su nombre”. No olvida Eduardo Resa que esta fecha tiene un especial significado para la ciudad de Melilla, porque cada 19 de marzo se celebra una misa de acción de gracias para recordar el fin de un largo asedio a manos de las tropas marroquíes. De hecho, “hace 245 años Melilla fue liberada de unos meses de sitio inenarrables, y hoy el mundo entero está sitiado por el Covid 19”.
Por todo ello, anima a los creyentes a acudir “con confianza a San José” en su ayuda, que “en palabras de la gran Santa de Ávila, Teresa de Jesús, este gran Santo es el gran valedor en todas las causas que se le encomienden”. El vicario pide a San José que ruegue “por nosotros, por la Iglesia Universal, por nuestras familias, por Melilla, por nuestra gran nación y por el mundo entero”.
Misas
Por otra parte, el vicario señala que el Obispado de Málaga y siguiendo las recomendaciones del Decreto del Estado de Alarma que pide la colaboración ciudadana para frenar el coronavirus quedándose en casa, que se permite el culto religioso “guardando la normativa referente al aforo y a las precauciones de distancia prudente”. Sin embargo, para animar a los fieles a quedarse en casa para evitar el contagio, el obispo ha dispuesto desde este lunes que se suprimen todas las misas y celebraciones con participación de los fieles mientras dure el estado de alarma.
Las exequias podrán celebrarse de forma simplificada en diálogo con los familiares y posponer las misas de funeral hasta que pase la pandemia. Los templos parroquiales pueden estar abiertos durante algunas horas del día.
Aunque se suprimen las procesiones y demás actos públicos de piedad de la Semana Santa, los párrocos seguirán celebrando la eucaristía diariamente en los templos a puerta cerrada. Por tanto, no se suprime la celebración del Misterio Pascual del Señor que seguirán ofreciendo los sacerdotes. En el caso del Sagrado Corazón, la misa a puerta cerrada será a las siete de la tarde. “Seguiremos pidiendo al Señor por todos los afectados por el virus y para que se aleje de nosotros esta grave enfermedad”, concluye la circular de la Diócesis.
