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Melilla Levántate

Dónde están nuestros líderes

Me sorprende la ausencia de personas de nuestro gobierno que han hecho mutis por el foro. La situación por la que atravesamos es demasiado compleja por lo que no parece conveniente criticar, si no ir todos a una. Nunca me ha parecido justo cuando una persona se muere decir que era buena, si era mala. Mi espíritu crítico ha estado un poco solapado por el buenismo del momento. Es decir, me he callado cosas que no me parecían bien.
Pero hete aquí que en esto llegó Fidel (Castro, no) el jefe de gabinete de la delegada del gobierno, también hablo del director provincial del INGESA y por último el consejero de Sanidad y más cosas abandonadas, que hasta este momento lo estaban haciendo bien. Nos tiene 48 horas de apagón informativo y nos enteramos por la familia del triste fallecimiento de una señora de 42 años (descanse en paz) además en menos de 24 horas cambia de criterio para usar el hotel Tryp. A mí esta actitud me crea desazón. Se nos promete el material necesario para prevención del virus que no llega y ahora también vamos a imitar la prueba (si la tenemos) desde el coche. No hay iniciativa vamos a remolque.

Los tres, por servir a los caprichos socialistas locales, van y meten la pata hasta el fondo. De la delegada es mejor no hablar, porque creo que no sabe dónde está ni es consciente de la responsabilidad que tiene. Tiene el don de obviedad. Por favor no manden al cancerbero a responderme, nadie se lo cree.

Por eso no paro de preguntarme si estamos en buenas manos políticamente. Creo que este tema les viene muy grande a los responsables que lo están dirigiendo. Tienen la bisoñez de la inexperiencia y la creencia de que se pude resolver con su verbo y lo que necesitamos son soluciones: mascarillas, test, ucis, sanitarios, un barco hospital y todo lo que demanden los profesionales de la medicina. Nos podrían informar quiénes son el comité científico y de expertos de la Delegación del Gobierno.

No tenemos un hospital digno para los melillenses, porque el PP no quiso en sus años de gobierno de Rajoy. Si se hubiera terminado el hospital universitario en su momento, no estaríamos tan preocupados.

Ante esta situación Aberchán (médico) y líder de Cpm, pide un buque medicalizado y que por nuestra seguridad intervenga el ejército para que algunos inconscientes no salgan de su casa. Además, pide que haya mascarillas y pruebas de test suficientes.

La respuesta de los tres ínclitos antes mencionados es la siguiente: el director provincial dice que no salga el ejército, porque si sale habrá más posibilidades de contagio (sic). Fidel dice que son las ocurrencias de Aberchán (las mismas ocurrencias de Pedro Sánchez) y el consejero dice que son los médicos los que tienen que decir si el ejército colabora con las autoridades.

Ante estas ignorantes respuestas malintencionadas, no cabe más respuesta que el desprecio por mi parte. Esperemos que la situación no vaya a más, y lamentemos no tener estas medidas solicitadas. Porque correremos a gorrazos a los médicos o a los políticos. Evidentemente a los políticos, los médicos están haciendo lo que tienen que hacer y muy bien, salvar vidas como todo el maravilloso personal sanitario. Consejero no mezcle churras con merinas. Sea más prudente.

Estos tres políticos de celofán socialista no sé si deberían seguir en el cargo, confianza y credibilidad no transmiten. Ni su jefa la obvia tampoco. No aprenden del buen hacer del presidente del gobierno, Pedro Sánchez. Él es político y como tal ha dado la orden de que el ejército español colabore con esta pandemia y vienen los aficionados locales a enmendarle la plana, que poco respeto al jefe.

No sé nada de la vicepresidenta del gobierno, de la portavoz del gobierno, de la consejera de Presidencia y Administraciones Públicas, Gloria Rojas; al igual que no sé nada de la consejera de Igualdad, Festejos, Cultura, Educación y no sé si algo más (ha hablado un poco, podía haber seguido callada). Títulos nobiliarios tiene para parar un tren, además es proporcional geométricamente a su silencio más acomodaticio, porque piensan para qué vamos a hablar si los otros no paran de decir sandeces. Por tanto, más vale estar calladas esperando a final de mes. Con la boca cerrada no entran moscas.

El líder de la oposición da una de cal y otra de arena, tendría que ceder el testigo al igual que el otro histórico y convertirse ya los dos en reinas madre. Y si quieren seguir que se sienten y olviden los atávicos, por el bien de Melilla. Del presidente no digo nada, porque no es ningún líder y yo no estoy preparado. Eso sí, sigue en su despacho con su equipo triste Esperando a Godot, sentado en las sillas de Ionesco. No sé si estamos en buenas manos.

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