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Han desinfectado todas las zonas además de donde trabajan los funcionarios que son los que entran y salen

Una sección NBQ del GRUMA realiza una desinfección preventiva del Centro Penitenciario

Una sección del NBQ del GRUMA realizó ayer una desinfección en la cárcel de Melilla

Una sección NBQ del GRUMA, del equipo de seguridad del Tercio de la Armada de Infantería de Marina en Melilla, llevó a cabo ayer acciones de desinfección preventiva por la crisis sanitaria del COVID-19 en el Centro Penitenciario. Lo que hicieron fue desinfectar principalmente las zonas comunes, las galerías, los baños, los comedores, las aulas y talleres donde suelen estar los internos, y también las partes exteriores. Asimismo, se ha resaltado esta tarea en las zonas donde trabajan habitualmente los funcionarios ya que son quienes entran y salen del centro. Desde Instituciones Penitenciarias informan que ningún interno ha dado positivo en COVID-19 en las pruebas realizadas a través del 112. La primera medida adoptada por el Centro Penitenciario y que se repite en todas las prisiones del país, pasó desde un primer momento por permitir a los internos incrementar el número de llamadas semanales para que puedan contactar con sus familiares y allegados, a los que ahora no pueden ver y que estarán tiempo sin ver físicamente en los vis a vis. Los internos pueden realizar ahora quince llamadas semanales, de una duración de diez minutos cada una, cuando antes de la crisis del coronavirus solo tenían permitidas ocho.

Además, anuncian que repartirán 200 móviles en sus centros de todo el país (uno o dos, al menos, irán a parar al de Melilla) con el fin de que los internos puedan realizar videollamadas. Estas comunicaciones tendrán lugar en una sala que disponga de la “mejor cobertura posible”, y será un funcionario el que realice la llamada al familiar de turno para luego permitir cierta intimidad.

Muchas de las actividades cotidianas que venían realizando los internos se han visto paralizadas (talleres, clases, deportes…) al quedar prohibida la entrada de voluntarios y maestros durante el estado de alarma. Sí pueden acceder al Centro Penitenciara aquellos profesionales necesarios, considerados personal esencial durante esta crisis. Tanto el equipo médico con el resto de funcionarios están mostrando una “gran profesionalidad” en su labor quedando todas las necesidades de los internos totalmente cubiertas.

El abastecimiento, está “garantizado” y el centro recibe con normalidad las mercancías, al margen de los alimentos para la manutención ordinaria, que luego los internos puedan comprar en el economato.

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Redacción

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