José Emilio Carrasco Salmerón, presidente del Comité Técnico Melillense de Árbitros de Fútbol, informa en una amplia entrevista sobre la actualidad del arbitraje en Melilla, con motivo de la crisis del coronavirus y que tiene al deporte del fútbol melillense totalmente paralizado. No obstante, el dirigente local afirma que el colectivo arbitral mantiene el contacto con asiduidad, mediante reuniones por videoconferencia, “para cuando se reanuden las competiciones en la Ciudad se pueda continuar con la labor arbitral”, además de celebrar diferentes cursos que “ya estaban programados para el mes de mayo”. -¿Cómo está viviendo estos días de confinamiento?
Desde que empezó el confinamiento lo estoy llevando bastante bien. Lo primero es marcarte una rutina y unos horarios, pues a partir de ahí todo es mucho más sencillo. Hay que intentar hacer las mismas cosas que antes, pero con el inconveniente de que no puedes salir de casa.
Particular me está dando resultado y se me pasan los días y casi no me entero. Un día normal de confinamiento para mí, comienza a las ocho de la mañana, después de la ducha, me visto y saco a pasear a mi perro, y una vez que desayuno me pongo a tele trabajar hasta las dos de la tarde.
Luego llega la hora de almorzar y de descansar un poco hasta las cinco de la tarde, que es cuando empiezo a ver los correos del día, tanto personales como los del colegio de árbitros, y prácticamente se pasa la tarde.
Incluso me está dando tiempo para dar clases de inglés después del aplauso diario de las ocho de la tarde.
-¿En qué ha afectado el coronavirus al Comité Técnico de Árbitros que usted preside?
Bueno, desde el parón de las competiciones, la dinámica del Comité ha variado sustancialmente, pero siempre hay algo que hacer. Lógicamente esto ha supuesto un trastorno para todos y nosotros no somos una excepción.
El COVID -19 ha servido para reinventarnos a la hora de trabajar en el mundo del arbitraje y utilizar las nuevas tecnologías para estar en contacto entre todos.
A nivel nacional, hemos tenido una reunión por videoconferencia con el Comité Técnico de Árbitros y los Comités Territoriales, para una vez superado este trance, y la Federación Española de Fútbol decidida de qué forma va a reanudar las competiciones, continuar con la labor arbitral y tener previsto cómo se van a llevar a cabo este año los ascensos y los descensos en las diferentes categorías, además de celebrar los cursos que habían programados para el mes de mayo y que lógicamente se han aplazado a la espera de la reanudación de las competiciones.
En lo que respecta al fútbol sala, tuvimos una reunión presencial en Málaga una semana antes de que se declarara el estado de alarma en el país y otra por videoconferencia, ya en pleno confinamiento, para ver el estado en que nos encontrábamos cada uno y modificar un tanto los acuerdos adoptados en la reunión de Málaga, y adaptarlos a los tiempos que corren de forma similar a la del Comité Técnico.
Las pruebas que habían proyectadas en el pasado mes de marzo para el Fútbol Playa también quedaron aplazadas como consecuencia del confinamiento.
-¿Ha continuado la actividad arbitral de alguna manera?
El virus no ha conseguido parar la actividad arbitral a nivel local, ya que desde el Comité y utilizando las mismas herramientas que el Comité Técnico de Árbitros, ya hemos mantenido varias reuniones con los árbitros a través de las video conferencias.
También a través del WhatsApp se van dando las instrucciones precisas, horas de futuras clases, exámenes online, ejercicios sobre cuestiones técnicas, redacción de actas y manual de entrenamiento que nos ha hecho llegar el CTA para que no pierdan la puesta a punto de nuestros árbitros, sobre todo aquellos que aspiran a algún ascenso en cualquiera de las tres disciplinas de fútbol que arbitramos.
-¿Qué indicaciones le llegan desde el CTA de la RFEF?
Son días en los que el manejo de los correos y los WhatsApp están más presentes que antes y hay una mayor comunicación. Como ya he contado anteriormente, el Comité Técnico, a pesar del parón de las competiciones, no está paralizado y está trabajando en ver la mejor forma de finalizar esta temporada y sin descuidar la próxima.
-¿Cómo se encuentra el arbitraje melillense en estos momentos?
Actualmente tenemos una plantilla de 45 árbitros y con un curso que se tuvo que suspender por la declaración del estado de alarma, pero que a través de las videoconferencias se ha vuelto a retomar y estamos muy ilusionados porque hay un grupo de 8 ó 9 chicas que tenemos que conseguir que les guste el mundo del arbitraje y que podamos contar con ellas, de forma que puedan estrenarse con la Liga Escolar Femenina que desde la Federación Melillense se estaba organizando.
En Fútbol 11, tenemos un árbitro en Segunda División B, con su asistente específico y tres árbitros en Tercera División.
En Fútbol Sala, teníamos una pareja en Segunda B, pero uno de ellos, por motivos laborales, dejó nuestra ciudad, aunque nos congratula saber que ha sido recibido con los brazos abiertos en el Comité de Las Palmas y está arbitrando en la misma categoría con ellos. Y en Fútbol Playa, tenemos 3 árbitros en categoría nacional, aunque también perdimos por traslado a nuestra árbitra nacional.
-¿Qué añadiría para finalizar?
No quisiera despedirme sin mandar un mensaje de ánimo y agradecimiento a todos aquellos, sin excepción, que día a día con su trabajo y dedicación están haciendo posible que poco a poco vayamos a salir de esta terrible catástrofe que nos está tocando vivir. A todos los que han perdido a algún ser querido, me uno a su dolor y a su tristeza en estos momentos. Debemos ser conscientes de que debemos remar todos en una misma dirección, porque ya nos hemos dado cuenta de que esta calamidad, no entiende entre ricos y pobres, ideologías, religiones y orientaciones sexuales, y castiga a todos por igual. Ya tendremos tiempo de evaluar si las cosas se hicieron bien, si se pudieron hacer mejor o si se hicieron mal o hubo malas previsiones. Ahora toca el turno de seguir las indicaciones que marca el Gobierno, nos gusten más o menos. Y tenemos que concienciarnos que quedándonos en casa podemos salvar muchas vidas y así aportar cada uno nuestro granito de arena en esta lucha.
