El profesor e investigador melillense, José Heredia, asesor del Instituto de Cultura Gitana, considera que es necesario que desde la Ciudad Autónoma se dé un reconocimiento institucional a la cultura gitana, situándola al mismo nivel que el resto de las culturas melillenses, incluyendo esta impronta también en la imagen turística de la ciudad. Heredia hace esta petición coincidiendo con el 8 de abril, el Día Internacional del Pueblo Gitano, “un día en el que nos sentimos orgullosos de nuestras culturas y tradiciones”. Según afirmó José Heredia, asesor melillense del Instituto de Cultura Gitana, el confinamiento para combatir el coronavirus ha impedido poder celebrar en la calle, con un acto público, el Día Internacional del Pueblo Gitano que se conmemora cada 8 de abril. “Es un día en el que nos sentimos orgullosos de nuestras culturas y tradiciones y lo celebramos los gitanos de Melilla, España y el mundo desde 1971”, cuando se llevó a cabo el primer congreso mundial del pueblo gitano en Londres en el que se fijó el himno y la bandera que representa a este colectivo, indicó.
Celebración
En Melilla, el 8 de abril se conmemora con un acto institucional desde 2007, posibilitando que la comunidad gitana comparta esta celebración con amigos y vecinos. Ese día incluye un acto “muy importante y de un hondo sentido de homenaje como es la ceremonia del río”.
Según explicó, “las mujeres lanzan pétalos de rosas al agua, ya sea a un río o al mar, simbolizando nuestra libertad, de la que en estos momentos carecemos al estar confinados en casa, y los hombres encienden velas en recuerdo de las víctimas del holocausto nazi”. No en vano, en la segunda guerra mundial se estima que más de medio millón de gitanos europeos fueron asesinados en los campos de concentración nazi.
Este año no ha habido ceremonia del río, pero sí que en “nuestros hogares, hemos encendido una vela en recuerdo no solo de estas víctimas del nazismo, sino también de todas aquellas personas que se han llevado el coronavirus, en especial a todos los gitanos que han perdido la vida por esta enfermedad, en especial en Madrid donde está pegando más fuerte”. Con esta luz, “les homenajeamos”.
Las redes sociales también se convirtieron este 8 de abril en un escaparate en el que miembros de la comunidad colgaron en sus perfiles, fotos de la bandera del pueblo gitano y velas. “Nos sentimos orgullosos de ser gitanos, de lo que somos y a pesar de que no podemos abrazar al resto de la familia porque estamos todos confinados, sí que no los olvidamos”, señala Heredia, que recuerda que en estos momentos la comunidad gitana melillense la integran unas 800 personas.
Reivindicar
Considera José Heredia, profesor además de la escuela de flamenco de Melilla, que el 8 de abril debe ser también un día para reivindicar la cultura y tradiciones de la comunidad gitana, para poder compartirlas con el resto.
“Este año no ha sido posible, pero siempre buscamos compartir nuestra cultura con los amigos y vecinos, porque esto contribuye también a que nos conozcan de cerca y eliminar estereotipos que se alejan de la realidad”, afirma.
El asesor del Instituto de Cultura Gitana, reitera que el 8 de abriles un día “en el que sentirnos orgullosos del legado de nuestros mayores, de nuestros principios como la solidaridad que nuestro pueblo siempre ha puesto en práctica, y todo esto lo queremos poner en valor en esta jornada del Pueblo Gitano”.
Explica que estaba previsto que se organizara un acto de conmemoración en colaboración con la Ciudad Autónoma como en anteriores ocasiones, pero todo ha quedado postergado por las medidas de confinamiento.
Aún así, considera que una vez se pueda volver a la normalidad y aunque sea en mayo o junio, se pueda organizar algún acto de celebración. Llegado el momento, se pondrán en contacto con la Consejería de Cultura para compartir ideas y ver si es posible planificar algún tipo de evento.
Una comunidad respetada
Afirma que, en sus trabajos de investigación sobre la comunidad gitana melillense, en las entrevistas que ha realizado a los abuelos y abuelas, “ninguno me ha dicho que en Melilla se hayan sentido diferentes o apartados”. Esta integración o normalización de las relaciones entre residentes de diferentes comunidades se da “en las escuelas, en el trabajo y en el barrio”. Considera que en Melilla “podemos presumir de que somos iguales al resto de culturas, pero sí que tenemos una espinita clavada en el corazón y es que queremos que se nos reconozca oficialmente como una cultura más de las que viven en la ciudad”.
De hecho, explicó Heredia que el encuentro que tuvo a comienzos de año con el presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro, se le solicitó que “nos sitúen institucionalmente al mismo nivel que el resto de las culturas melillenses, porque ya es hora”. Reconoce que en las últimas décadas “hemos avanzado mucho, se han desarrollado proyectos de investigación e incluso se ha publicado un libro sobre la historia de la comunidad gitana, y también contamos con un lugar en el museo etnográfico de Melilla para que la gente nos conozca, pero necesitamos que nos igualen al resto”, apostilla.
José Heredia propone, una vez se dé este reconocimiento oficial, trabajar con la Consejería de Cultura y con el Patronato de Turismo para “hacer más completa la imagen turística de Melilla que hasta ahora no incluye al pueblo gitano, y no se puede dejar de lado a una comunidad que lleva aquí desde 1635 aportando su grano de arena al crecimiento de la ciudad”.
Añade que también se podría contribuir a este reconocimiento oficial dedicando una calle de Melilla a alguna persona destacada de la comunidad gitana.
El cierre del mercadillo deja sin recursos a los vendedores ambulantes
Asegura José Heredia, asesor del Instituto de Cultura Gitana de España, que quienes lo están pasando “muy mal por los daños colaterales del coronavirus” son los vendedores ambulantes, un gremio al que pertenece un importante número de melillenses de la comunidad gitana. “Desde el decreto del Estado de Alarma, tuvieron que poner fin a su actividad de forma obligatoria y están en casa sin recibir ningún tipo de ayuda, ni ingresos. Lo están pasando muy mal, no ya como el resto de los españoles, sino porque no tienen ayuda de ningún tipo”, apostilla.
Heredia considera que la Ciudad Autónoma debería incluir en sus paquetes de ayuda a este colectivo de trabajadores que ha visto cómo sus ingresos, por este cese de actividad, son nulos. “Hace unos días estuve hablando con Servicios Sociales por si se ha previsto algún tipo de ayudas por este motivo, pero me dicen que por el momento no se ha previsto”, señala Heredia.
Añade que, en algunas localidades de la península, “sí que el Instituto de Cultura Gitana ha podido conseguir algunas ayudas, incluso vales de alimentos, en función de las necesidades de las familias que no tienen ingresos. Aquí no sabemos lo que ha previsto la Ciudad, pero estas personas necesitan ayuda”, apostilla.
