El presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro, aseguró ayer que la ministra de Defensa, la socialista Margarita Robles, fue quien dio la orden de que el buque Galicia de la Armada se marchara de Melilla el Jueves Santo. De Castro, que reiteró varias veces dicha afirmación, contradice de este modo al Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general Miguel Ángel Villarroya, según el cual la decisión fue adoptada “de acuerdo con autoridades locales», porque la permanencia del buque «no era necesaria porque la situación había mejorado de forma sustancial».
De Castro, tras participar en una videoconferencia con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el resto de presidentes autonómicos, dijo que él tuvo conocimiento de que el buque Galicia se iría de Melilla el día antes de su partida, el miércoles, porque la propia ministra “tuvo el detalle” de llamarlo por teléfono para comunicárselo. Sin embargo, no dijo nada “por respeto” y por razones de seguridad, al tratarse de un buque de la Armada.
El presidente melillense quiso lanzar un mensaje de tranquilidad al asegurar que, en los últimos días, ha podido hablar con la ministra de Defensa hasta en tres ocasiones, y en todas ellas le ha asegurado que, si Melilla necesita que vuelva el buque, éste regresará y estará en la ciudad “en ocho horas”. “Y no viene un avión medicalizado del Ejército porque no puede aterrizar en Melilla”, agregó De Castro, que ante las quejas por este tema, incluidas las de su socio de Gobierno, CPM, insistió en que “no hay que alarmarse” y puntualizó que el buque no vino a Melilla “a arreglar el tema del COVID-19, sino a ayudar”.
Respuesta al PP
De Castro apostilló que ninguna de las capacidades sanitarias del buque Galicia fue utilizada durante los seis días que permaneció atracado en el puerto y recordó que en su interior había 250 personas sin salir por la crisis sanitaria. “No tenemos por qué tener a 250 personas confinadas, solo cuando haga falta”, señaló “de cosecha propia” el presidente.
De esta manera, Eduardo de Castro quiso salir al paso de “los ataques” que dijo haber recibido en los últimos días por este asunto, refiriéndose en concreto al PP, al que acusó de “hacer usura y mezquindad política” por “intentar sacar rendimiento partidista a esta crisis con el fin de desequilibrar al Gobierno local y recuperar el poder que, después de 20 años, han perdido”.
“Hay que tener un poco de seriedad, responsabilidad y vergüenza política”, añadió De Castro, acusando a los populares de tratar de aprovechar para su beneficio “una situación tan sumamente dramática, con fallecidos y gente sufriendo”. “Se trata de batir al supuesto enemigo, que supuestamente soy yo”, insistió De Castro tras pedir a los populares que “no tomen a los melillenses por necios”. A su juicio, las críticas del PP quedan desmentidas por las declaraciones del diputado nacional y excomandante general, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu.
Pide a Sánchez que dé permiso a Melilla para solicitar préstamos para afrontar los gastos corrientes del COVID-19
El presidente del Gobierno local, Eduardo de Castro, pidió ayer al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que el Estado autorice a las Ciudades Autónomas, mediante alguna norma legal, a que puedan endeudarse solicitando préstamos bancarios para afrontar los gastos corrientes que genera la crisis sanitaria del coronavirus. De Castro explicó que Melilla y Ceuta, al no ser comunidades autónomas y tener esa “pequeña diferencia” con el resto de regiones, no pueden recurrir a los préstamos y eso es algo que les hace falta, aunque no especificó cuánto dinero sería necesario solicitar a los bancos, derivando esa pregunta a la consejera de Hacienda, Dunia Almansouri.
De Castro, que recordó a Sánchez que aún debe a Melilla 15 millones de convenios impagados desde el año pasado, también consideró que los 100.000 euros que el Estado destina a Melilla para ayudas al alquiler es una cuantía “ridícula”, puesto que solo han podido beneficiar al 30% de las familias durante un mes.
