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Pablo Martínez: “Tecnológicamente, desde la Ciudad estamos muy preparados ante situaciones como estas de crisis”

Pablo Martínez, director general de la Sociedad de la Información de la Ciudad Autónoma

Pablo Martínez Catalán, director general de la Sociedad de la Información de la Ciudad Autónoma, informa a MELILLA HOY, en una extensa entrevista, cómo está afectando la pandemia del coronavirus a su departamento en las áreas de Informática y Comunicación, así como a los empleados de la Administración Pública para poder hacer teletrabajo. En este sentido, afirmó que desde la Ciudad Autónoma se ha hecho llegar a todos sus profesionales de las herramientas necesarias para poder trabajar desde casa, lo que ha permitido que la Administración no se paralice y pueda, sobre todo en la gestión económica, ordenar pagos y cumplimentar cualquier documentación. “El hecho de articular ese inicio del proceso desde casa fue un tema complicado, pero después de poner en marcha las herramientas necesarias fue todo más fácil para poder ayudar a la gente a configurar su acceso de trabajo”, resaltó.

El director general de la Sociedad de la Información de la Ciudad Autónoma es licenciado en informática por la Universidad Politécnica de Valencia y entre sus responsabilidades actuales destacan, además de las inherentes a su cargo, todas las relacionadas con las tecnologías de la Información y las Comunicaciones en la Administración de Melilla: Informática, Sistemas de Información, Administración Digital, Sociedad de la Información y del Conocimiento y Telecomunicaciones; Gabinete de Reprografía; Competencias en materia de radiodifusión sonora y televisión; y Gestión de los programas operativos FEDER/FSE.
-¿Cómo está siendo para la Administración toda esta situación por la pandemia del Covid-19?
Los primeros días fueron muy duros, tras declararse el estado de alarma, aunque tecnológicamente, desde la Ciudad, estamos muy avanzados y bastante preparados ante situaciones como estas, pero no para que a todo el mundo lo manden a sus casas e intentar que, por lo menos, lo más esencial e importante funcione. El mayor problema suele estar en la logística porque durante la primera semana nos dedicamos a montar todas las herramientas que se iban a utilizar y a buscar soluciones para que la gente pudiera hacer el trabajo. Esto del teletrabajo, mucha gente se cree que es darle a un botón y ya está, pero no es así. Una cosa es tener una solución con una serie de herramientas para trabajar desde casa, y otra cosa es llevar el acceso a las aplicaciones corporativas que en una situación de este tipo te garantice entrar para poder trabajar. Había que preparar las herramientas y los protocolos de acceso para cerrar bien el tema del teletrabajo. La situación, en la primera semana, fue bastante dura, y además íbamos a contrarreloj, pero ya luego empezó el despliegue, entrando a la aplicación del Ayuntamiento, de gestión económica, y te pones a ordenar pagos o a hacer un expedientes. El hecho de articular ese inicio del proceso desde casa fue un tema complicado, pero después de montar las herramientas fue más cuestión de logística para ayudar a la gente, sin que tuviera la presencia física de una persona a su lado para decirle como hacer las cosas, y a que configurara ese acceso. Las primeras semanas fueron duras, pero ya estamos mejor, ya que todo está más estable.
-¿Y cómo se organizó todo el dispositivo?
El tema interno fue la organización tecnológica, de diseñar las herramientas para facilitar el acceso porque sin entrar en muchos detalles tenemos unos mecanismos que no se pueden poner al alcance de cualquiera para tantas personas de golpe, así que habilitamos otras herramientas que emulaban parcialmente a estas que comento, y permitía un acceso mucho más fácil de montar en remoto. Esa fue la parte tecnológica, y después está la parte de preparar un protocolo de cómo organizarlo nosotros, que también estamos descentralizados. Soy el único que está viniendo a la Ciudad y luego están dos de las personas de mi mayor confianza, que son los responsables de innovación administrativa y de seguridad, y de telecomunicaciones. Luego tenemos a otras dos personas para que el edificio pueda estar abierto, aunque se evita la presencia física, pero a veces no hay más remedio que hacerlo. Y el resto del personal están todos en sus casas, pero con sus portátiles se conectan con nosotros y entre todos trabajamos en este tema. Seguimos teniendo aquí el Centro de Asistencia, aunque tenemos derivadas las líneas a los domicilios, pero también lo hemos hecho con los empleados públicos que nos lo han pedido.
-¿Cuáles son los servicios que más se solicitan?
El trabajo sigue funcionando de forma esencial, pero hay que tener en cuenta que se han paralizado los plazos, y eso alivia bastante. La presión de que haya una cosa en plazo y que la gente tenga que hacer un trámite, yendo físicamente… Todo eso se paralizó para evitar precisamente que las personas que no tienen medio o que desde sus casas no sean capaces de hacer un trámite electrónica, de forma que no se queden fuera de plazo. Eso ha aliviado bastante la carga, pero independientemente sigue funcionando la Administración, se siguen ordenando los pagos y se pagan las facturas. Además, hemos habilitado un mecanismo especial, a través de la sede electrónica, para que cualquier persona que tenga un móvil pueda hacer el correspondiente trámite. Sin embargo, antes nos encontrábamos el problema de que, por ejemplo, en las ayudas sociales, que afecta a colectivos muy sensibles, el asistente social tenía que revisar esa ayuda, pero ahora se hace con una documentación bastante ligera, con una solicitud, en la que se aporta una serie de cosas que se hacen presencialmente con este asistente social. Hemos habilitado un procedimiento, que permite con un móvil hacer la foto a la documentación que se debe presentar, se accede a la sede electrónica, se entra en ese procedimiento especial y se aporta la documentación de tu galería de fotos y en nuestro sistema le ponen el sello de órgano. Lo mismo hemos hecho con las facturas de menos de 5.000 euros, que normalmente se presentan en el registro de facturas, pero ahora le haces una foto y este procedimiento también sirve para eso. Es un tema bastante interesante y había que darle una solución.
-¿Cómo está siendo el trabajo ahora desde la llegada del estado de alarma?
El trabajo es el mismo, pero sin la atención presencial, y teniendo en cuenta que hay cosas que la Administración las ha paralizado para disminuir la presión, como he comentado antes de parar los plazos. No pasa nada ahora porque hasta que no vuelvas a la normalidad puedes asignar a tu asesor para que te dé un documento o puedas ir al banco para presentar cualquier documento que la Administración te pida. La Administración sigue funcionando con las cosas importantes porque si no, la Ciudad estaría paralizada completamente. Si la Administración tiene que hacer un contrato, el administrativo inicia el expediente desde su casa, con la información que ha intercambiado con el responsable de su negociado, pone en la aplicación la firma, el documento también lo firma su responsable, se vuelve a generar otro y se sube a nuestros servidores. De este modo, el procedimiento queda perfectamente elaborado y se ha hecho como si todos estuvieran en el puesto de trabajo del área que correspondiera.
-¿La gente está utilizando ahora más las peticiones electrónicas?
Sí, pero siempre en aquellos casos en los que no hay más remedio. La gente está trabajando más que nunca de forma electrónica y de hecho en los primeros días le pedimos a nuestro proveedor de servicios de telecomunicaciones que nos triplicara nuestro ancho de banda. Ahora mismo estamos al triple de nuestra capacidad y además se nos ha hecho de forma gratuita. El proveedor nos dijo que no lo cobraría porque comprende la situación por el estado de alarma. La verdad que la gente está trabajando bastante bien desde su casa y es una prueba de fuego en la que vamos por buen camino, ya que nuestra Administración está muy avanzada, pero también para los propios empleados públicos es como un esfuerzo adicional al estar ahí solos en casa, haciendo el trabajo. En ese sentido, es un poco la parte positiva de todo esto que está tan mal, pues la gente le ha perdido un poco el miedo a trabajar de una forma autónoma e incluso se le abre la puerta al futuro a que esto del teletrabajo no sea ya solo fruto de una crisis, sino que una persona que tiene mucha dificultad o que por cualquier circunstancia personal no pueda ir al trabajo, de forma regular, se pueda acoger a este sistema de trabajo. Luego está el tema de las reuniones virtuales y llegamos a organizar incluso un pleno. Parece una tontería, pero al principio nos dio bastantes problemas. Además, un proveedor nos regaló una licencia durante tres meses para trabajar con una herramienta muy buena. Hemos conseguido una de forma gratuita para cosas poco importantes y otra profesional, de reconocido prestigio y que funciona con mucha gente para algún tema, como fue la comisión previa que se hizo para el pleno de poder continuar con los plazos y presupuesto, porque en caso contrario no habríamos quedado bloqueado en la Ciudad Autónoma. La gente está respondiendo muy bien y estamos gratamente sorprendidos, pues se están buscando muy bien la vida para realizar su trabajo, haciendo un esfuerzo bastante importante.
-¿Se ha tenido que acondicionar el trabajo del presidente de la Ciudad, de los consejeros y de los directores generales en sus domicilios?
No, salvo casos muy puntuales en los que no había ninguna posibilidad en su domicilio y a lo mejor se le ha aportado de forma provisional algún portátil a ese trabajador. La gente está usando lo que tiene en su casa, ya que a su ordenador le hemos facilitado unos mecanismos de acceso y además no se ha tenido que instalar ningún mecanismo en el noventa por ciento de los casos. Simplemente debe tener acceso a internet y que nosotors hayamos preparado la forma en la que desde su casa pueda entrar en el sistema. Es cierto que los políticos se tenían que reunir y debíamos buscar soluciones para que lo hicieran desde su móvil, tablet u ordenador, pero que desde cualquier apartado todos se vieran.
-¿El consumo de internet ha aumentado o sigue siendo el mismo?
Lógicamente ha aumentado, aunque no puedo decir exactamente la cifra, pero no es un tema que nos preocupe afortunadamente. Es cierto que a veces tenemos momentos en los que la gente nos avisa, pues nosotros mantenemos nuestro centro de atención al usuario, que es donde se reciben todas las comunicaciones. Nos comentan, a veces, que no se pueden conectar desde casa, pero claro hay picos también, en los que hay tanta gente conectada que se nos queda parado o de una latencia mayor, pero está funcionando bastante bien. Tenemos más de trecientos usuarios conectados ahora mismo desde casa, más los que están viniendo físicamente de cada una de las Consejerías, con lo cual se puede decir que la Administración está funcionando a un rendimiento muy bueno, aunque evidentemente con algunos problemas, pero en una situación de este tipo, que las cosas se pueden seguir haciendo, es la mejor noticia.

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Antonio Calderay

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