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BALONCESTO - FEDERACIÓN

Alejandro Limón: “La velocidad y la efectividad son elementos claves en la ejecución del contraataque”

Alejandro Limón ha dirigido diferentes selecciones autonómicas
(Autor: FMB)

Esta cuarta publicación de #ArtículosFMB, nueva actividad formativa de la entidad que preside Javier Almansa, ha contado con la colaboración de Alejandro Limón, entrenador superior de baloncesto (CES14), quien trata de una forma muy particular el contraataque en sus equipos bajo el título ‘¿Queremos correr? lo haremos, pero de forma ordenada’. Alejandro Limón, de 35 años, es diplomado en Magisterio en la Especialidad de Educación Física por la Universidad de Huelva y entrenador superior de baloncesto (CES14), destacando en su currículum deportivo su convocatoria con la Selección Española U15M en el Torneo de la Amistad 201, como integrante del staff técnico, y su etapa como director deportivo de la FMB.

JUSTIFICACIÓN
De este modo, en su exposición, comenzó explicando que “en la elección de la forma de juego que hace un entrenador, un factor importantísimo son las características de los jugadores que van a componer el grupo, y la capacidad de aprendizaje y asimilación de nuevos conceptos del mismo”, ya que, como añadió, “la experiencia demuestra que la aplicación de un ‘Juego con normas’, sirve, además, como elemento de desarrollo de la utilización correcta de los fundamentos individuales, es decir, la comprensión del juego a partir de la táctica individual”.
También considera que “hay que enseñar a los jugadores cómo jugar, empezando en el 1×0, y evolucionando hasta llegar al 5×5, entendiendo este último como el acople de cinco 1×1 diferentes, teniendo en cuenta el espacio y los compañeros de equipo”, pretendiendo que el juego con normas “predomine” en todas las acciones de ataque, entendiendo, además, que “este es de aplicación en todas las fases del juego ofensivo (contraataque, transición y juego en media cancha)”, dado que “el aprendizaje y dominio de fundamentos técnicos y tácticos individuales y colectivos en breve espacio de tiempo, como es el contraataque (CAA), y, a un ritmo alto, hace que el individuo mejore en el dominio del estrés necesario para mantener intensidad ofensiva ante situaciones de presiones, ya que, en el baloncesto actual, las posesiones tienden a ser más cortas”, aseguró.
Limón considera que “el juego con normas permitirá variaciones sobre sistemas de juego e incluso estructuras de equipo variables durante un mismo partido. Los jugadores asimilarán sin dificultad las variantes y tendrán que potenciar la comunicación, tanto oral como visual, dentro de la pista”.

INTRODUCCIÓN
En este segundo apartado, Alejandro Limón se refirió al “concepto de contraataque en el baloncesto”, asegurando que se basa “fundamentalmente, en la respuesta ofensiva veloz frente al avance del rival. Es decir, responder lo más rápido posible, con acciones efectivas, las acciones defensivas del equipo oponente”. Para el técnico onubense, “estos dos conceptos, velocidad y efectividad, son elementos claves en la ejecución del CAA”. No obstante, y como apuntó, “todo lo anteriormente citado se une a la necesidad de superar a nuestro rival, teniendo como referencia la consecución de canastas con facilidad. Otro factor importante en la aplicación del contraataque es el nivel de condición física de nuestros jugadores. En este sentido, la velocidad y la resistencia son capacidades físicas vitales”, indicó.
También piensa que resulta “importante” la utilización del CAA en equipos de formación con jugadores jóvenes. En su opinión, y por las razones expuestas anteriormente, “los jugadores jóvenes con una capacidad técnica y física por desarrollar cometerán muchos errores de ejecución en el desarrollo del contraataque, pero este es un elemento fundamental para poder desarrollar la creatividad y fomentar la toma de decisión de los jóvenes talentos. Pero no podemos confundir velocidad con precipitación. Pardo, A. (1990), establece un tiempo de eficacia del CAA basándose en datos estadísticos, teniendo su punto más alto en la mitad del tercer periodo”, destacó.

VENTAJAS E INCONVENIENTES
El que fuera jugador del CAM Enrique Soler utilizaba unas palabras del entrenador croata Neven Spahija para argumentar este tercer punto de su artículo. “En la actualidad, cualquier equipo que se considere ganador está obligado a tener el contraataque en su arsenal ofensivo. Además, este estilo de juego agresivo, rápido y dinámico es lo que hace al baloncesto vistoso y atractivo para el público que va a los pabellones de deportes”. Por ello, a juicio del balcánico, “los entrenadores tienen una gran responsabilidad: estamos obligados a respetar todos los aspectos de este maravilloso deporte, pero a la vez debemos hacer que este progrese en la dirección correcta. Quedan lejanos los días en los que el ataque era lento y estrictamente controlado. Hoy en día, en el baloncesto, triunfan los equipos que son capaces de defender de forma agresiva, que saben correr el contraataque y con un gran talento ofensivo”.
Así pues, Spahija instaba “a dar lo mejor de nosotros y trabajar con métodos modernos para conseguir el nivel de baloncesto que deseamos para nuestro equipo”, concluía.
Ale Limón retomaba su exposición haciendo hincapié en que “el CAA tiene sus desventajas, pero creemos que sus ventajas son tan superiores a las primeras que merece la pena emplearlo. Usar este tipo de situaciones en el campo puede tener muchas desventajas, pero dentro de mi filosofía de juego le encuentro más ventajas al jugar de forma avivada y a veces alocadas”.

EL CONTRAATAQUE LATERAL Y SUS NORMAS
Para el ex director deportivo de la FMB, y dado que en el baloncesto no existe “la verdad única”, enumeraba las normas que hay que tener en cuenta para que un equipo ponga en práctica el CAA, y centrándose en su variante, en la que recordaba que “predomina el pase al bote (CAA lateral)”.
“1. Intentamos recibir fuera de 6,75. La mejor opción es colocar al base en el lado de predominio del juego y a otro exterior en el lado contrario (enfrentados).
2. Siempre que sea posible, el otro exterior, es el que ocupa la posición más cercana al base y el interior que no captura el rebote ocupa la posición restante.
3. Promovemos los pases por la banda para la mejora de circulación del balón en todo momento.
4. Una vez en pista delantera, enlazamos con nuestro juego con normas, prevaleciendo el 1×1 o ataques en superioridad.
5. Todos los jugadores deben estar delante o a la altura del balón, a excepción del reboteador, que mantendrá el pase de seguridad o de apoyo.
6. Dividiremos la pista en calles, en la cual no se podrá estar más de tres segundos sin realizar ningún movimiento. Siempre que podamos llevaremos el balón por el lateral y dejaremos la zona central, como lugar de transición y cortes.
7. Una vez llegado a pista delantera, nuestro objetivo será finalizar con superioridad o en 1×1. En el caso de no tener ventaja, enlazaremos con nuestra táctica colectiva”, concluyó.

CONSIDERACIONES
Limón, llegados a este apartado, comentaba lo siguiente: “El hecho de jugar a una velocidad superior a la habitual, implica que los jugadores dispongan de menos tiempo para ‘leer el juego’ y tomar las decisiones más adecuadas”. Para minimizar las situaciones que propician errores y también tratando de maximizar la eficacia del CAA -prosiguió explicando- “es necesario tener en cuenta unos principios básicos:
1. Intentar recuperar el balón, en las mejores condiciones posibles, para poder realizar el contraataque con las mayores garantías.
2. Cambiar de mentalidad de defensa a ataque con la mayor brevedad posible, ser agresivos en la defensa, pero también en el ataque. ‘Llevar el balón al campo de ataque con la mayor rapidez posible’ (El pase es más veloz que el bote).
3. El rebote y más importante es el primer pase.
4. Evitar, en lo posible, botar el balón. Siempre que se pueda, realizar el avance y las inversiones del balón mediante pases.
5. Realizar el primer pase del contraataque en un lado del campo. Posibilita al receptor del pase una visión amplia del espacio, anticipándose a los defensores.
6. Todos y cada uno de los jugadores deben suponer una amenaza para la defensa. Esto facilitará la búsqueda de situaciones ventajosas sobre la defensa, la cual deberá esforzarse más para evitar la anotación.
7. Tener la alternativa de, al menos, dos líneas de pase”.

¿CUÁNDO CORREMOS?
A juicio de este diplomado en Magisterio, y según la filosofía del cada entrenador, se pueden sacar “muchas conclusiones”, en lo que respecta “a la velocidad y la forma de salir jugando”. Por tanto, y una vez leído y extraído diferentes conceptos, Alejandro Limón cree que “no solo se corre cuando robamos la pelota, sino que hay cuatro formas de sacar CAA dentro de un partido:
1. Después de rebote defensivo. El rebote defensivo constituye, según se mire, la última acción defensiva, o la primera ofensiva, que realiza un equipo. Será de vital importancia su dominio para cualquier equipo que juega al contraataque.
La organización del contraataque a partir del rebote defensivo no es precisamente la opción más sencilla, ya que es de las menos previsible, debido a que intervienen dos variables: el lugar donde caerá el balón y el jugador que capturará el rebote.
La captura del rebote defensivo deberá ir seguido de un primer pase de contraataque, este pase deberá realizarse con mucha precisión y rapidez, Para agilizar este primer pase es necesario que el jugador que coge el rebote gire en el aire, tratando de dar la espalda al centro del campo, de manera que cuando contacte con el suelo pueda dar el primer pase hacia la banda.
2. Después de balón recuperado o robado. Es la circunstancia más imprevisible del juego, a partir de la cual es más difícil de organizar el CAA. Esta dificultad viene dada por la gran cantidad de variables que condicionan el juego. Estas son: el lugar del campo donde se recupera el balón, si se controla o no con facilidad el balón después de recuperarlo, cuántos defensores se encuentran entre el jugador que ha recuperado el balón y el aro que debe atacar, cuántos atacantes se encuentran en situación de apoyar al hombre con balón, posibilidad de pasar o botar el balón recuperado, etc. Conseguir anotar en CAA después de la recuperación del balón sin que el equipo contrario haya tenido la oportunidad de tirar a canasta. Es, sin duda, la acción más desmoralizante para el equipo que ha encajado la anotación.
3. Después de tiro de campo encajado. Supone una buena ocasión para organizar un CAA estructurado, todos los jugadores tienen sus tareas y calles a ocupar asignadas, se sabe desde donde partirá el juego (desde la línea de fondo) y donde se va a colocar el jugador encargado de llevar el balón al campo de ataque. No obstante, no se debe demorar en poner el balón en juego y llevarlo al campo de ataque si se quiere tener éxito. La celeridad con la que actúe el jugador encargado de sacar de fondo será vital para el éxito de la acción. Esta forma va ligada a nuestra salida de presión.
4. Después del último tiro libre encajado. Es la circunstancia que facilita más la organización del contraataque, ya que partimos de una situación totalmente preestablecida, el jugador que ha de poner el balón en juego se encuentra en el pasillo de tiros libres, el jugador que debe ocupar la zona del primer pase de contraataque se encuentra próxima a ella y los jugadores que han de ocupar las calles laterales ya las ocupan antes del lanzamiento.
Por otro lado, también es la situación en que la defensa puede organizar mejor su balance defensivo. Conseguir anotar después de tiro libre encajado puede suponer neutralizar su ataque o ganar un punto en función de si el equipo contrario anotó o no el primer tiro libre. Variante de nuestra salida de presión”, señalaba Alejandro Limón.

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Carlos R.Busto

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