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BALONCESTO - FEDERACIÓN

Pau Vaccaro: “Dos aspectos claves son el estado de forma del jugador y la prevención de lesiones”

El preparador físico barcelonés explicando unos ejercicios a unos jóvenes jugadores
(Autor: CMB)

Esta quinta publicación de #ArtículosFMB, nueva actividad formativa de la entidad que preside Javier Almansa, ha contado en con la colaboración de Pau Vaccaro, actual preparador físico del Melilla Baloncesto de LEB Oro, para tratar sobre Métodos ‘Low Cost’ para el Control de la Carga en Equipos de Baloncesto.

Pau Vaccaro Benet, de 25 años, es el actual preparador físico del Melilla Baloncesto (LEB Oro) y de la Selección Española de Fútbol Playa, con experiencia en NCAA1, LF2, EBA y OFC, siendo, además, graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y cuenta con un Máster en Alto Rendimiento Deportivo, en la Especialidad de Baloncesto.
El ayudante de Alejandro Alcoba comenzaba su trabajo con una pequeña introducción. Así, explicaba que, “con el paso de los años, se ha incrementado el seguimiento de los deportes colectivos y esto ha hecho que el número de artículos publicados también lo hiciera. La popularidad de estos deportes ha aumentado la competitividad y el interés por controlar todos los parámetros posibles de estas modalidades deportivas”.
De igual modo, incidía, en que pese a que el volumen de publicaciones y estudios en relación al baloncesto sea muy inferior al de los deportes de campo (fútbol, rugby, fútbol australiano, etcétera), en los últimos años se han publicado un número importante de artículos científicos que analizan una gran diversidad de parámetros para el control de la carga de los jugadores en otros deportes, también del baloncesto”, resaltó.
En cuanto al objetivo del baloncesto profesional, como el del resto de deportes, es el de “ganar”, habiendo dos aspectos fundamentales, a juicio de Pau Vaccaro, “el estado de forma del jugador y la prevención de lesiones”, siendo “el control de estos parámetros la base para el diseño, la planificación y la programación del entrenamiento, en función del deporte y del deportista, y tanto de sus capacidades como de la condición física”.
También considera importante el hecho de “definir una herramienta útil para la medida de estos parámetros, lo que simplifica la toma de decisiones de manera objetiva, aplicable, fiable y científicamente eficiente. Esto nos llevará a redefinir el entrenamiento y, de esta forma, poder controlar el rendimiento”, aseguró.
En este breve artículo, según el preparador físico del Melilla Baloncesto, se pretende “describir los conceptos principales en relación al control de la carga en baloncesto y la aplicación de métodos económicos para el control de los mismos”.

CONCEPTOS CLAVES
Lo primero que hace Pau Vaccaro, ya entrados en materia, es definir que es la carga, utilizando para ello la definición que realizó Nacho Coque, ex preparador físico de la Selección Española de Baloncesto, quien afirmaba que es la “suma de estímulos a los que el jugador se ve sometido durante el mismo, es decir, todas las sesiones, tanto técnico-tácticas como físicas”. Dentro de la carga, añadía ya Vaccaro, se encuentran “la Carga Interna (CI), entendida como el conjunto de exigencias psicológicas y biológicas, y la Carga Externa (CE), que son todas aquellas exigencias provocadas por las actividades de entrenamiento o competición”, señaló.
En lo que se refiere a las herramientas para el control de la carga, enumeró las siguientes: Frecuencia Cardíaca, RPE, Consumo O2 y Lactato de Sangre (Interna); y Microtecnología, Peso Levantado, GPS y Análisis de Video (Externa).

APLICACIÓN
Pau Vaccaro reconocía que la gran mayoría de estas herramientas suponen “un gran desembolso económico” por parte de los clubes”, no contando, en general, “ninguna entidad amateur, semiprofesional o muchos profesionales con este tipo de tecnología”.
Así que detalla, en este apartado, dos herramientas “básicas y a coste 0 para el control de la carga de los jugadores”. En primer lugar, la RPE (Medida para el control de la carga interna), que calificó de la siguiente manera:
“-Fácil de mesurar.
-Económico.
-Fácil de interpretar.
-Aplicable a todo tipo de sesiones y partidos.
-Se ha demostrado válido y fiable.
-Alta correlación con TRIMP, SHRZ y microtecnología (Luka Svilar, 2019)”.
Además, el jugador, en su opinión, debe responder a esta pregunta post entrenamiento: “¿Cómo de dura ha sido la sesión de entrenamiento/partido en una escala de 0 a 10?”. De esta forma, prosiguió, “podremos tener un control de la intensidad percibida por parte de los jugadores de las sesiones de entrenamiento y partidos”. De igual forma, cree que nos servirá para “saber si las sesiones se ajustan a los objetivos condicionales que nosotros fijamos antes de la aplicación de las mismas”, apuntó.
La segunda herramienta sería la Escala de Valoración para el Control de la Carga, siguiendo las pautas que da, de nuevo, Nacho Coque, quien comentaba que se trata de “una herramienta para el control de la carga en las sesiones técnico-tácticas realizadas en pista” y permite “objetivizar las acciones que planteamos en nuestros entrenamientos, con aplicación desde 2003”. Y cada ejercicio, según este autor, se puntúa de 0 a 4 en cada una de las siguientes categorías: Grado de Oposición, Densidad de la Tarea, Número de Ejecutantes, Carga Competitiva, Espacio y Carga Táctica.
A partir de la puntuación obtenida de cada ejercicio se obtendrá “una puntuación total de la sesión relacionada con la duración de esta, siempre teniendo en cuenta que no vamos a añadir en el cómputo total de minutos el descanso y el tiempo de ‘coaching’ empleado por los entrenadores”. Esta escala nos va a permitir, en opinión de Nacho Coque:
-Poder conocer a qué tipo de entrenamiento se somete el jugador y no incidir en las mismas capacidades que las sesiones de preparación física.
-Establecer un registro de los modelos con éxito de tu propio equipo y de las semanas en las que su estado de forma es o no óptimo.
-La cuantificación del esfuerzo en sesiones técnicas (la predominante) es determinante.
-Nos facilita el control de cargas respecto a los días en los que queremos mayor o menor intensidad y volumen de entrenamiento, de una manera objetiva.
-Conocer la tasa de intervención del entrenador en el entrenamiento, aspecto determinante en la magnitud de la carga del mismo.
-El conocimiento de estos valores sumado a los valores registrados en el entrenamiento físico nos da un parámetro muy valioso de la carga total a la que se ve sometido el organismo del jugador.
-Se puede conocer en tiempo real el valor del entrenamiento”, concluyendo con este séptimo punto la escala de conclusiones que tomó en referencia Pau Vaccaro, quien recordó que, “como en el caso anterior con el RPE, este tipo de métricas pierden el sentido si las tomamos de forma esporádica. Lo importante de seguir estas estrategias es poder acumular las cargas de trabajo de cada sesión de entrenamiento, partido y sesiones de gimnasio o regenerativas durante microciclos, mesociclos y hasta temporadas”. Igualmente, indicaba que, en casos más avanzados a partir de estos datos, se podrían “obtener valores y marcadores para la predicción de lesiones y estados de rendimiento por parte de los jugadores que no se desarrollan en el presente artículo”, destacó.

LIMITACIONES
En este penúltimo apartado de su exposición, el preparador físico comentaba que, “en el caso del RPE, es necesario un proceso de aprendizaje por parte de los jugadores para entender a qué corresponde cada valor de la escala y en según qué niveles nos podemos encontrar que algunos jugadores no dicen la verdad por miedo a la toma de decisiones por parte del cuerpo técnico en relación con el valor proporcionado”.
En ningún caso, aclaró, “podemos pensar que solo con esto ya estamos controlando todas las variables que influyen al jugador. Hay muchas otras, de hecho, algunos cuestionarios, gratuitos también podrían ser aplicados para complementar la información que nos proporcionan estas dos herramientas”, aseguraba Vaccaco, quien puso como ejemplos los siguientes: Escala de Hooper, Cuestionario TQR, REST-Q, POMS, DALDA, etcétera”.

CONCLUSIONES

-Objetivos del control de la carga:
1. Prevención de lesiones.
2. Optimización del rendimiento.
-Importancia del control de la carga del equipo en conjunto, pero sobre todo de la individualización de la misma para cada jugador.
-Diferencias entre carga externa e interna, y cómo calcularlas con herramientas ‘low cost’ en sesiones de entrenamiento y competición.
-Crea tu propia herramienta para controlar la carga y no perder detalle de tus jugadores, ayúdales a prevenir lesiones y a sacar su máximo rendimiento.

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Carlos R.Busto

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