Una melillense se puso en contacto con este Diario para denunciar el trato hacia su madre, de 90 años, con pluripatología porque le pidieron que se tratara en casa una fractura de pelvis en vez de estar ingresada en el Hospital Comarcal durante unos días. Contó que se siente impotente porque no tiene recursos ni materiales para atenderla y necesita ayuda a domicilio. La afectada, señaló que, tuvo que llamar a urgencias porque su madre no podía ir al baño y comenzaba a tener delirios y no entiende cómo, una ambulancia, con una sola persona, la dejó en el portal del domicilio a las tres de la mañana. Esta melillense explica que su madre, de 90 años, con una pluripatología, diabética y con problemas de corazón, tuvo una caída en casa hace unos días. La tuvieron que llevar a urgencias para que le pusieran la medicación indicándole que era una fractura de pelvis y que se tratara en casa.
Señaló que se siente “impotente” porque no tiene recursos para atenderla. “Al principio, sola no podía ni cogerla ni tratarla porque no podía y tampoco tengo ese conocimiento médico”, sostuvo.
Aunque, finalmente pudo ir una auxiliar a domicilio que le dio unas pautas a seguir, pero “sola es imposible, tendrían que ser dos personas para poder levantarla y moverla”. Luego, añadió que al ser una persona mayor no podía ir al baño, ya de por sí necesita un “cuidado especial” y se sintió “muy agobiada” con la situación.
También, acudió al centro de salud de salud de Alfonso XIII, porque se vio “desesperada”, pero le dijeron que a domicilio no podían atender a su madre. “Les pedí que viniera una enfermera a pincharle una medicación mas fuerte porque le habían recetado paracetamol y nolotil para la fractura de pelvis cuando estaba rabiando de dolor”, indicó.
Volvió a llamar a urgencias porque no sabía que darle para el dolor, llamó a la médica de cabecera para que pudiera hacer de vientre, le puso un enema, que le costó “muchísimo y empezó a tener delirios”. Esta melillense explica que pudo ir una ambulancia a recogerla a las ocho de la tarde.
Después de llamar por teléfono en varias ocasiones, pudo hablar con el médico que le comunicó que le habían puesto un enema y que tenía que volver a cuidarse en casa. “Vino una ambulancia con una sola persona, dejaron a mi madre en la puerta del portal a las tres de la mañana y le pedí que al menos me ayudara para que la metiera en la cama”, apuntó.
Dejó claro que siente “indignación porque veo a mi madre sufrir, tiene muchos dolores y tengo mucha impotencia para que le presenten la atención que necesita”. “Si no hubiera lo del coronavirus la hubiesen ingresado, que sería lo mas razonable, al menos los primeros días”, dijo.
Tampoco entiende por qué no dejaron a su madre ingresada en el Hospital hasta por la mañana. “No me dieron ninguna explicación, sé que estamos viviendo una pandemia, se hace complicado, pero creo que es una dejadez porque se trata de una persona mayor con pluripatología y que necesita muchos cuidados, no la puedo tener en casa sin más”, concluyó.
Respuesta por parte del INGESA
Este Diario se puso en contacto con el INGESA para conocer la otra versión de los hechos, primeramente, pidieron que la familia hiciera una queja oficial a través de la página web para poder tramitar la solicitud y aclarar qué es lo que había ocurrido.
Además, indicaron que por prescripción facultativa se le dijo que era mejor que se tratara desde su casa porque la paciente podría correr “más riesgo” si se quedase en el Hospital Comarcal. También, aseguraron que la paciente recibió los cuidados necesarios y se le atendió de la forma “correcta” en todo momento. Por último, volvieron a insistir en que ante la crisis sanitaria por el COVID-19 los teléfonos suelen estar saturados, por ello, se puso a disposición diferentes correos electrónicos para tener otra vía de contacto con los centros de salud, e incluso la posibilidad de los formularios web.
