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Enrique Alcoba pide “altura de miras” a los partidos para consensuar acciones para salir de la crisis

Enrique Alcoba, presidente de ACOME

El presidente de la Asociación de Comerciantes de Melilla (ACOME), Enrique Alcoba, pide a los partidos políticos, tanto en el gobierno como en la oposición, “altura de miras” para consensuar, “olvidando siglas”, las medidas de ayuda que permitan afrontar la crisis generada por el coronavirus y que ha conducido al 90% de las empresas locales a recurrir a ERTEs. Indica que, sin ayuda económica, están “condenados al cierre”. Demanda también que se detallen las condiciones que deberán cumplir para que a partir del 11 de mayo puedan reabrir los comercios de la ciudad según el plan de desescalada nacional. Reconoce Enrique Alcoba, tras la presentación por parte del presidente del Gobierno del plan de desconfinamiento que consta de cuatro fases y arrancará el 4 mayo, que son muchas las incógnitas a aclarar previamente. En lo que concierne al sector comercial, se apunta que, a partir del 11 de mayo, en la fase uno, podrán abrir los pequeños comercios, las terrazas en restauración sólo con un 30% del aforo y los hoteles, pero sin utilizar las zonas comunes.

Concreción
Indica Alcoba que la semana pasada desde la Consejería de Economía se le anunció que se va a crear en Melilla una comisión para la desescalada y que tenía previsto reunirse con el sector empresarial y con los sindicatos esta semana o la próxima. Confía el presidente de ACOME que en este encuentro se pueda concretar algo más sobre la apertura a partir del día 11, conocer “las condiciones y limitaciones” en que se llevará a cabo. Señala que la medida, aunque general, estará condicionada por las circunstancias que se den en cada región o ciudad y “en Melilla, según las cifras de contagios, está bastante controlado, pero todo depende de que no haya problemas o repuntes”.

Afirma que no va a ser un proceso fácil, por eso señala que es preciso contar con todas las indicaciones, explicaciones y normas que sean necesarias para resolver dudas y situaciones que puedan plantearse durante la desescalada. “En el comercio no tenemos claro cómo proceder, y es necesario que se diga en qué condiciones se puede abrir, qué distancias hay que fijar, y si es solo un treinta por ciento de aforo, nos obliga a tener solo a la mitad de la plantilla, y en todo caso, habrá que valorar si es rentable o no”, manifiesta.

Tiene dudas de que el sector hotelero se sume a esta apertura porque “si no pueden usar las zonas comunes como la piscina, los bares y restaurantes, y si no puede viajar nadie entre provincias, no serán un producto atractivo y por eso ya he escuchado a quienes dicen que es inviable abrir” por ahora.

Lo que tiene claro Alcoba es que es preciso que el sector comercial se reactive, que se pueda llevar a cabo la reapertura de comercios “de forma organizada, en especial porque después de dos meses parados, será muy complicado reactivar la economía, que los clientes pierdan el miedo a salir y vuelvan a comprar”.

Ayudas
El presidente de ACOME defiende que es preciso que por parte de las autoridades se articulen ayudas que contribuyan a que los comercios puedan reabrir sus puertas tras dos meses de inactividad. En este sentido indica que se han celebrado varias reuniones con Dunia Almansouri, la consejera de Hacienda y Comercio, de la que destacó su predisposición al diálogo, y a la que han trasladado distintas propuestas que considera son básicas.
“En Melilla hay 5.300 empresas, que van desde un quiosco a establecimientos con un gran número de empleados, y del total, 3.500 pertenecen al sector comercio y a la hostelería. Pedimos que se concedan ayudas a las empresas con local comercial; ayudas por el número de trabajadores y una ayuda para reiniciar este periodo de vuelta a la actividad”, indica.

Recuerda Alcoba que el Gobierno de la Ciudad Autónoma ya ha afirmado que tiene previsto movilizar unos 100 millones de euros para afrontar la crisis económica derivada del coronavirus, de los cuales una quinta parte, 20 millones, procederán de un préstamo extraordinario que tiene previsto solicitar para destinarlo exclusivamente a ayudas a empresas y familias.

Altura de miras
Pero para que cualquier plan de actuación salga adelante, es preciso que cuente con el apoyo de las formaciones políticas. “Lo que precisamos es que haya un consenso entre todos. Ahora, más que nunca, es necesario que se sienten en una mesa y no se levanten hasta que haya un acuerdo. Hay que olvidar las siglas y hay que trabajar en la misma dirección, porque sin ayuda muchos se quedarán en el camino, y me refiero a empresas que tendrán que cerrar y a trabajadores que perderán su puesto”, apostilla.

El camino está en “aunar posturas”, estudiar las propuestas vengan de quien vengan, ya sean de los empresarios, de los partidos de la oposición o del propio gobierno, apostando por las que sean consensuadas y se pongan en práctica porque “se necesita que actúen con madurez y altura de miras, que entre todos tiremos del carro para salir de esta situación que no hemos conocido antes y que se asemeja a una posguerra”.

El 90% de las empresas melillenses han recurrido al ERTE
El panorama actual no es nada halagüeño para el sector comercial, y es que según detalla el presidente de la Asociación de Comerciantes de Melilla, el confinamiento y paralización de la actividad ha provocado que “entre un 80 y un 90% de las empresas de la ciudad, hayan tenido que recurrir a un ERTE que ha afectado a más de dos mil trabajadores, que afortunadamente no son despidos, porque supone que volverán a su puesto cuando todo se normalice, pero si no se puede abrir con unas condiciones que garanticen la viabilidad de la empresa y asegurar el puesto de trabajo, será imposible continuar”. Por ese motivo defiende que la clase política tiene que actuar “con sentido común y responsabilidad, porque si no se ayuda a las empresas y cierran, no habrá trabajo, y eso es lo que pretendemos evitar”.

Indica que en marzo se paralizó todo. En el sector comercial, supuso que la mercancía para la nueva temporada de primavera verano quedara almacenada sin poder darle salida, y al sector hostelero, la suspensión de bodas, comuniones y eventos de gran calado. Con la reapertura de comercios y la hostelería, esperan poder ir remontando una pendiente que apostilla “es compleja y difícil, pero por nuestra parte no van a faltar esfuerzos, pero necesitamos un respaldo”, deja patente Alcoba, que reitera que es preciso que se aclaren todos los flecos de cómo se va a llevar a cabo estas fases de desescalada para poder responder de la forma adecuada en cada momento del proceso.

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J.A.M

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