El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Eduardo de Castro, ha puesto en valor, en la Comisión Genérale de Comunidades Autónomas del Senado, las medidas adoptadas por su Gobierno para mitigar el impacto negativo de la situación excepcional derivada de la crisis sanitaria, al tiempo que ha reclamado el apoyo del Ejecutivo central para hacer frente a la reducción de las tasas o del IPSI de importación o el impacto del cierre fronterizo con Marruecos,, que acarreará a la Ciudad pérdidas superiores a los 50 millones de euros, al tiempo que reclama al Ejecutivo Central, entre otras cuestiones, el pago de 14 millones de euros correspondientes al sistema de financiación autonómica pendientes hasta 2019 que le corresponden a nuestra ciudad. A través de un discurso remitido al Senado, para que quedara constancia del mismo en el Diario de Sesiones, al no poder hacerlo personalmente por las restricciones del estado de alarma, Eduardo de Castro ha subrayado que con el fin de frenar la expansión del virus y de evitar el desbordamiento del limitado sistema sanitario melillense, la Ciudad Autónoma de Melilla ha hecho frente a la compra de importantes cantidades de material de protección individual (mascarillas, guantes, gafas, o geles hidroalcohólicos), así como a la adquisición de 10.000 test de respuesta rápida que se han puesto a disposición del hospital comarcal de la Ciudad, de competencia estatal (INGESA), con el que hemos querido dar un poco de aire a nuestros sanitarios. Así como los gastos derivados del personal acogido en un hotel.
Además, ha recordado que a día de hoy la Ciudad Autónoma está sosteniendo en solitario el coste derivado de la manutención diaria de hasta 320 inmigrantes que no pudieron cruzar la frontera de Marruecos tras decretarse el estado de alarma ya los que tenemos acogidos en instalaciones de la CAM donde se les proporciona unas condiciones de vida y atención dignas. “Les hablo de un problema migratorio, de competencia estatal, en el que hemos reclamado con insistencia la mediación diplomática de Exteriores o la implicación de organismos del Estado que tienen que ver con la inmigración”.
De Castro ha apuntado que, en resumen, “sólo las pérdidas por ingresos superarán los 50 millones de euros, a los que debemos sumar todos los gastos extraordinarios y de emergencia que estamos afrontando prácticamente en solitario. Y aunque no esté directamente relacionado con esta crisis, arrastramos además con una pesada hipoteca de casi 20 millones de euros de un anterior Gobierno del despilfarro que dejó centenares de facturas sin pagar (por más de 11 millones) o impagos a empresas de servicios ya judicializados (casi 9 millones de euros)”.
La primera autoridad ha señalado que es cierto que Melilla ha recibido alguna ayuda del Estado, que agradece, “pero no es menos cierto que la ayuda recibida es minoritaria con respecto a las destinadas a otros territorios o al menos claramente insuficientes para Melilla”.
Así puso un ejemplo: “El Plan Estatal de Vivienda ha destinado a Melilla un 0,1% de su presupuesto, es decir, 100.000 euros. La CAM ya ha iniciado un plan propio de ayudas al alquiler para familias necesitadas y con esa misma cantidad sólo hemos podido atender 200 solicitudes. O lo que es lo mismo, sólo el 30% de la demanda”.
Por ello, considera que “en Melilla se hace necesario complementar y coadyuvar a las medidas adoptadas por el Gobierno de la nación, y tenemos que hacerlo centrando las actuaciones en los autónomos, microempresas, particularmente afectadas por la situación actual de cierre forzoso e involuntario, pero imperativo. Pero también a las familias, a los jóvenes, a los dependientes o mayores, que apenas han levantado cabeza de la crisis de 2008 cuando ya se les abre la puerta de otra mucho más cruda”.
Por todo ello, ha dejado claro que “el Gobierno que presido no puede dejar a los melillenses solos en este duro camino que se inicia. Y no lo va a hacer cueste lo que cueste” ha declarado Eduardo de Castro.
