El director del centro penitenciario, Francisco Rebollo, destaca que no se han producido casos positivos de coronavirus entre los internos, gracias a las medidas de aislamiento y a las operaciones de limpieza y desinfección que se llevan a cabo. Señala que ese refuerzo del confinamiento por razones sanitarias, impide que puedan organizarse actividades comunitarias con ocasión del Ramadán, pero sí que para los 180 internos que llevan a cabo el precepto del ayuno, se ha previsto un turno especial de reparto de comida. En declaraciones a este Diario, el director del centro penitenciario de Melilla, Francisco Rebollo, apunta que a pesar de “las semanas de gravedad y excepcionalidad que estamos viviendo” por el Covid-19, “la situación en las instalaciones es tranquila, dentro de lo que cabe, en alusión al confinamiento ya de por sí forzoso, que ahora se vuelve más restrictivo al estar suprimidas las visitas familiares”.
Internos
Sin embargo, explica Rebollo, “los internos pueden ponerse en contacto con sus familiares vía telemática”. El Centro Penitenciario de Melilla ha recibido dos smartphones para que los internos que lo soliciten puedan comunicarse, mediante video llamada, con familiares y abogados. El sistema es sencillo, el funcionario de turno será el encargado de entregar el teléfono móvil al interno en la sala de comunicaciones garantizando su intimidad. “El control sólo será visual para que procure hacer un uso adecuado del terminal durante el tiempo establecido para la llamada”, indica el responsable del centro.
Francisco Rebollo asegura que “los internos, pese a todo, están mostrando un comportamiento ejemplar y mantienen un día a día normal” y de hecho apostilla que el número de “incidentes regimentales es similar a los que se producían antes de esta situación” del coronavirus.
Sin contagios
Reconoce que en un Centro de estas características en el que conviven numerosos internos “hubiera parecido, a priori, muy difícil evitar el contagio por coronavirus, pero ninguno ha contraído la enfermedad hasta la fecha, en buena medida gracias a las medidas de higienización y desinfección que se realizan periódicamente”.
Añade que además de empresas externas, un grupo de internos provistos de mochilas fumigadoras desinfectan de forma preventiva todas las instalaciones del centro penitenciario. Destaca, como un hecho positivo que hasta el momento no haya casos positivos entre los presos. Por el contrario, “hasta la fecha 3 funcionarios dieron positivo: 2 de ellos ya con resultados negativos se podrán incorporar en breve a sus respectivos servicios”, anuncia.
“Gracias a la labor de los funcionarios se ha conseguido un clima de normalidad, muestran un alto grado de profesionalidad y compromiso, una implicación absoluta, no faltando a trabajar y aplazando vacaciones o asuntos para conseguir el objetivo común de todos: proteger a los internos y a compañeros y mantener la buena marcha regimental del Centro”, deja patente Rebollo.
Un Ramadán sin actividades comunitarias
En cuanto al desarrollo del mes de Ramadán, informa el director del centro que, del total de la población reclusa, 180 internos han informado que desarrollan este año el mes del ayuno. Al objeto de que puedan cumplir con este precepto que establece su religión, el centro ha establecido "un turno especial de reparto de comida para estos internos donde reciben la cena normal establecida para ese día, el desayuno, segundo plato del almuerzo y un bocadillo o similar".
Afirma que no se trata de un trabajo “sencillo” para el servicio de cocina, porque "hay que sumar las dietas para enfermos, los suplementos y la cena en turno normal del resto de reclusos". Aun así, “se garantiza que los internos puedan realizar la ruptura del ayuno diario”.
El refuerzo de las medidas de confinamiento en vigor para frenar la propagación del coronavirus, impedirá que el centro penitenciario acoja el desarrollo de actividades especiales con ocasión del Ramadán. No habrá charlas de expertos, ni rezos comunitarios, talleres de actividades o rupturas del ayuno comunes. Aunque no es posible que los imames puedan acceder al recinto por estas mismas normas de confinamiento, sí que los internos de religión musulmana cuentan con la ayuda y guía de dos compañeros que han sido preparados para poder conducir los rezos.
