Este sábado falleció mi cuñada Mariángeles Belmonte Montalbán, Maruli para la familia. Era la mayor de las hermanas de Fernando. Se ha ido deprisa, sin que prácticamente pudiéramos imaginarlo hasta que su muerte ya se vaticinaba como un rápido y fatídico desenlace. Cumplió 78 años en el Hospital el pasado domingo.
Su jovialidad, su gracia natural, su capacidad para estar al tanto de todo, la hacían única. Pero además, conmigo, siempre fue buena y generosa, y eso no lo olvidaré jamás.
Por la mañana, cuando su último hálito de vida ya se estaba apagando, le encendí una vela y le pedí a su hermano Fernando que se la llevara con Juan, su marido, fallecido hace justamente dos años, porque mañana día 4 de mayo se cumple, precisamente, el segundo aniversario de su muerte.
Maruli era pizpireta. Realmente, muy alegre. Quizás, con los años y su viudedad, andaba más triste, pero quiero recordarla en toda su amplitud, como cuando la conocí hace prácticamente 40 años, en aquella casa del Colegio Reyes Católicos donde por entonces su padre y, a la postre, mi suegro, trabajaba de conserje. .
Maruli formó una gran familia con su esposo Juan. Tuvo tres hijas y un hijo, siete nietos y dos biznietos.
Todos ellos y el resto de sus familiares así como sus muchos amigos lamentamos su muerte en esta época tan difícil que nos impide darle la despedida que se merece. Por eso y porque fuiste una melillense activa, comprometida con tu tierra, una madre coraje y una buena hermana, cuñada y amiga con la que siempre se podía contar, te escribo estas líneas a modo de despedida, desde la soledad de mi casa, donde la ausencia de tu hermano siempre es enorme pero aún más en este largo confinamiento en el que tanto lo sigo echando de menos.
No soy creyente al uso, pero deseo que tras nuestro paso por esta vida haya algo que sea capaz de reunirnos en nuestra esencia y que nos acerque a esos seres a los que tanto quisimos y tan decisivos fueron para nosotros.
Espero que te reencuentres con ellos y que, desde allí, nos ampares como estuviste siempre dispuesta a hacerlo en vida. Un beso Maruli, siempre perduraras en nuestra memoria y en nuestro corazón.
