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El uso de mascarillas, guantes y desinfección, algunas de las medidas higiénico-sanitarias que deben seguir por ley

Las peluquerías de Melilla vuelven al trabajo con esperas de casi dos horas y listas de espera de hasta una semana

El profesional de la peluquería Mar Gar, Manuel Martín, volvió a abrir tras dos meses

La mayoría de peluquerías volvieron a abrir ayer sus puertas en Melilla tras estar dos meses cerrados, aunque con algunas medidas higiénico-sanitarias que deben seguir por ley los profesionales del sector como las citas previas, el uso obligatorio de mascarillas, guantes y la desinfección de materiales y del local. Los melillenses tendrán que esperar hasta casi dos horas entre un cliente y otro, dependiendo del tratamiento que se realice, e incluso listas de espera de hasta una semana debido a la reducción del aforo para garantizar la máxima seguridad. En la peluquería Mar Gar, situada en la calle General Marina nº17, ya no hay hueco en la lista de espera hasta el 18 de mayo. Eva Blanco, responsable del local, explicó a este Diario que llevan cogiendo citas desde el martes pasado, aunque el trabajo es “muy limitado” debido a la reducción del aforo en el establecimiento.

Todo depende del tratamiento que se va a realizar el cliente, por ejemplo, si es para ponerse el color, son dos horas, pero si es para cortarse y peinarse solo es una hora. Por ello, en Mar Gar han decidido ampliar mucho más el horario pasando a abrir desde las 8:00 hasta las 14:00 horas y desde las 16:00 hasta las 21:00 horas.

Sobre las medidas de prevención, manifestó que han encargado unas mamparas de metacrilato que las iban a instalar por la tarde, utilizan desinfectante de calzado, dos alfombras, una humedecida con desinfectante y otra para secarse, gel de mano, además de desinfectar todo lo que tocan las clientas.

Blanco aseguró que los clientes deben acceder a la peluquería con guantes y mascarillas que no pueden quitarse durante todo el servicio y están trabajando con las mascarillas puestas porque entre el trabajador y el cliente no existe una distancia de seguridad.

En cuanto a los tratamientos, respondió que se siguen realizando de forma normal, igual que antes, han vuelto a la normalidad en el tema técnico.

Por último, la responsable resaltó que los clientes están tomándose la situación con “mucha tranquilidad” porque ven que se está cuidando el tema sanitario, la higiene y distancias, además de que son “muy comprensivos” con las esperas y tener que coger cita previa.

Manolo Berruezo, dueño de la Peluquería de caballeros ‘Manolo’ que se encuentra en la calle Santander, tampoco tiene cita hasta el martes que viene, a pesar de que está abriendo con cita previa, de lunes a domingo, en horario de 9:00 a 13:00 horas y de 16:00 a 20:30 horas.

Indicó a este Diario que está dando cita cada media hora para que le pueda dar tiempo a desinfectar los productos que ha utilizado y para que no se acumulen las personas dentro del local. Al ser una peluquería de caballeros, apuntó que, suelen acudir más bien a cortarse el pelo y a arreglarse la barba, con la única diferencia de que las medidas higiénicas han aumentado y son “mucho mayores”.

Berruezo trabaja con mascarilla y guantes, además de utilizar tres desinfectantes para el sillón, los productos, materiales, lavarlos con agua caliente y usar gel desinfectante de manos. También, va cambiando los paños entre un cliente y otro y ha adquirido otros productos para la desinfección en spray que funcionan a presión para garantizar una mayor seguridad.

Dejó claro que los clientes acuden a la peluquería con mascarillas, pero al tener que pelarlos se la tienen que quitar un momento durante el proceso. “Dentro del local solo estamos el cliente y yo, si está otra persona esperando, debe llevar la mascarilla también”, afirmó.

En cuanto qué le parece esta nueva forma de atender clientes, aclaró que se está adaptando, pero ya no tiene citas hasta el 12 de mayo porque está atendiendo a la mitad de clientes cada día.

Berruezo destacó que los clientes están respetando todas las medidas de prevención y están mentalizados sobre lo que está ocurriendo con el coronavirus además de que no les importa tener que esperar una semana para poder cortarse el pelo.

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Lorena Japon

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