Se nos ha ido un grande del periodismo de Melilla. Aún impactado por la noticia que nos dejaba estas últimas horas del sábado, hoy decimos adiós a Francisco Roldán Pérez, «Paco Roldán», a los 92 años de edad. Persona que me acogió en este mundo de la información desde el primer día, con cariño y respeto. Una persona a la que siempre he respetado no por la edad, que también, sino por el trato que siempre me ha dispensado y por lo que ha significado para la prensa en Melilla. La insignia de Oro de la Asociación de la Prensa y la calle que le otorgó la Ciudad Autónoma son pocas distinciones comparadas con el cariño que siempre les hemos profesado en esta profesión tan dura y agria muchas veces, pero siempre bonita y apasionante como son los medios de comunicación. Aún recuerdo las veces que me acercaba a su casa de Explorador Badía para recogerle sus artículos escritos a máquina (él siempre ha sido de máquina de escribir, nada de ordenadores ni internet), o las veces que tomábamos algo en cualquier bar de la calle Castelar con sus periódicos bajo el brazo, o las veces que compartíamos tribuna en el Estadio Álvarez Claro en esas tardes de crónicas de fútbol. Cuando en noviembre de 2019 los Amigos del Fútbol le dieron un homenaje junto a Antonio Calderay y Gaspar Díaz, no dudé en ir. No podía faltar, bajo ningún concepto: era a mi amigo Paco Roldán.
Sé que no somos eternos, pero siempre duele cuando se va una persona que tanto te ha marcado. Dep Paco Roldán. Y mi más sincero pésame a su mujer, María del Carmen y a sus hijos Ana María y Francisco, así como al resto de familiares.
