En estos tiempos que corren con el Coronavirus por medio mucho se está hablando de reuniones, hermandades y bancos sobre todo cuando se está sujeto a las normas del estado de alarma, cuando el confinamiento aún existe en algunas situaciones y lugares. Por ponerles un ejemplo los bancos callejeros o los que lucen en los parques los vemos solitarios, fríos sin el calor humano que siempre tuvieron en aquellos que necesitaban parar un rato para coger fuerzas y seguir y aquellos que velaban por la economía del cliente con sus puertas abiertas. Y qué decir de las Hermandades tan abundantes en nuestro suelo patrio.
Esos Bancos y Hermandades siguen ahí esperando abrir sus puertas cuando la situación sanitaria lo permita y siguen callados, dolientes pero sabiendo que llegará el día que sus puertas abrirán como se abre la boca en una carcajada.
Hoy me quedo estupefacto, petrificado, cuando leo en la prensa local así de sopetón, que Nuestra Hermandad de Donantes de Sangre, sostén de Nuestro Banco está abocada a su desaparición, después de treinta y seis años de existencia. No por falta de donantes, no por falta de ganas de seguir desarrollando una labor esencial, altruista, VITAL; sino todo lo contrario por, FALTA DE SOPORTE ECONÓMICO POR PARTE DE INGESA Y DE LA CIUDAD AUTÓNOMA.
¿Saben estos dos Organismos, si así se pueden llamar, lo que esto pueda ocasionar? ¿Saben la angustia que crean entre profesionales y usuarios de la Sanidad?
Que son tiempos difíciles nadie lo duda pero “LOS GESTORES” entre muchas cosas deben saber PRIORIZAR cuando la salud está en juego. La Sangre es algo que, de momento, no se puede fabricar por ninguna empresa; la única empresa que la fabrica es la EMPRESA HUMANA que la cede altruistamente a ese maravilloso BANCO sustentado en una maravillosa HERMANDAD de donantes.
Me pregunto con mucha pena, qué nos quedará por ver en materia Sanitaria y Humanitaria., por qué derroteros caminan los gestores, por dónde encontraremos caminos de la razón que la saquen de tanta confusión. Políticos no son aquellos que solo se afilian a un partido X y tira para adelante. Son los que se comprometen con los votantes y sobre todo consigo mismos para gestionar situaciones difíciles que puedan afectar al bienestar del tejido humano y social de su entorno.
Lo demás es un quiero y no puedo, un no querer complicarse la vida, un querer salir en las fotos inmerecidamente, un olvidar lo que es el compromiso y la dignidad del gobernante.
Me alegraría sobremanera leer dentro de unos días que la situación sigue como estaba, desde su creación, con ese Banco de Sangre y Hermandad de Donantes que tanto han hecho por la salud de los melillenses y tantas vidas han salvado.
¿Qué esperamos, si no se arregla la situación, que nos traigan las bolsas de sangre de la Península en el barco, como traen las bolsas de patatas?
¡POR FAVOR, SEÑORES GOBERNANTES, UN POCO DE DIGNIDAD!
