Casi cuarenta días después del traslado del primer grupo de 20menores tutelados por la Ciudad Autónoma desde el centro de Purísima a las instalaciones provisionales de Rostrogordo, en la actualidad el recinto acoge a 181 menores, de los que 30 se encuentran en el módulo de aislamiento acondicionado para permitir llevar a cabo la cuarentena de aislamiento de los menores recién llegados. En rueda de prensa, el consejero de Distritos, Juventud, Menor y Familia, Mohamed Ahmed, explicó que desde el 7 de abril que se llevó a cabo el traslado del primer grupo de 20 menores desde Purísima hacia el albergue provisional acondicionado en Rostrogordo, “el traslado es continuo”.
Traslados
De hecho, indicó que en estos momentos estas instalaciones albergan a 181 menores, incluyendo los 30 que se encuentran en la zona de aislamiento, un módulo acondicionado para poder permitir a los jóvenes recién llegados a la ciudad o que se encontraban en situación de calle, puedan completar una cuarentena y evitar se conviertan en vectores de transmisión del coronavirus. Los jóvenes que se encuentran en cuarentena se distribuirán, a medida que vayan cumpliendo los plazos, entre los distintos centros de acogida de menores de la Ciudad.
El centro provisional de Rostrogordo, que se desmontará cuando se pueda completar la ampliación prevista en Purísima, cuenta con una ocupación máxima de 200 plazas, de las que 50 corresponden al módulo o zona de cuarentena, que dispone de su propia zona de comedor, dormitorios y espacios de ocio.
Lo que se buscaba con el centro provisional era, precisamente, reducir el hacinamiento del centro de Purísima que contaba a mediados de abril, con más de 950 residentes. Gracias a los traslados a Rostrogordo y a que con el cierre fronterizo se ha frenado la llegada de menores marroquíes, Purísima cuenta en estos momentos con 667 residentes.
En cuanto al resto de centros de protección, Divina Infantita acoge a 32 niñas y el Centro Asistencial cuenta con 86 niñas, 68 niños y 13 en casa cuna. En su conjunto, suman más de mil menores tutelados.
Ramadán
Los centros de protección no se mantienen al margen de la vida social de la ciudad y de hecho se viven de forma intensa cualquier celebración, como la Navidad o el Ramadán. De hecho, en el centro de Purísima la práctica totalidad de los adolescentes han decidido “por propia voluntad” cumplir con el ayuno marcado en el sagrado mes del Ramadán. Por ese motivo, se han fijado turnos del servicio de comedor, para los que no ayunan y para los que sí lo hacen. El momento de la ruptura reúne a compañeros forzosos, pero también a amigos, frente a los platos típicos, que compartir siempre en el mejor de los ambientes.
“Estar en una situación de desamparo no exime a la Administración de proporcionar ropa y alimentación a los menores tutelados. Melilla no puede ni debe ser la excepción. Una ciudad donde debería imperar la tolerancia y convivencia, y en este caso el Ramadán no está al margen de la vida de estos menores porque así lo demandan”, señala el viceconsejero del Menor y la Familia, Abderrahim Mohamed, que deja patente que por encima de todo está el bien superior del menor.
