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BALONCESTO-FEDERACIÓN

Análisis de la Copa del Príncipe de 2010, por Gonzalo García de Vitoria

Gonzalo García, entrenador del decano campeón de Copa de 2010

La Federación Melillense de Baloncesto cierra el bloque telemático sobre las claves del Club Melilla Baloncesto en su objetivo de conquistar las tres Copas del Príncipe de su historia. La FBM ha contado con las colaboraciones de Pepe Rodríguez y Javier Nieto, entrenadores de los dos primeros entorchados y hoy, en su sección #ArtículosFMB, lo hace con Gonzalo García de Vitoria, el técnico que consiguió la tercera y última Copa en 2010. García de Vitoria es entrenador superior de baloncesto desde 1996, con 664 partidos en las Ligas FEB y 401 como entrenador jefe en la LEB Oro (Burgos, Melilla, Ourense). En 2015 consiguió el ascenso a la Liga ACB con el Club Ourense Baloncesto, es entrenador FIBA desde 2007 (48 partidos internacionales), subcampeón de Europa U20 Goricia/Nova Gorica 2007, campeón de Europa U20 Helsinki 2016, campeón de España Minibasket Blanes 1999 (Madrid Masculino) y subcampeón de España Minibasket Blanes 2000 (Madrid Masculino). El artículo completo del joven técnico bilbaíno, de 49 años, se puede seguir en https://melillensebaloncesto.es/articulofmb024-analisis-copa-principe-2010-gonzalo-garcia-de-vitoria-campeon-copa-principe-2010-con-el-club-melilla-baloncesto/ Gonzalo García de Vitoria expone en un interesante artículo sus claves como entrenador para conseguir la Copa del Príncipe de 2010 con el Melilla Baloncesto, tras vencer al Vive Menorca Básquet por 79-72. “Recuerdo que, a falta de tres partidos para terminar la primera vuelta, teníamos que ganar dos para poder organizar la Copa y ser campeones de invierno (como dicen los futboleros). Teníamos dos encuentros en casa seguidos, en los que necesitábamos hacernos fuertes porque en la última jornada teníamos que ir a Zaragoza para jugar contra el todopoderoso CAI. El primero de ellos lo ganamos con facilidad y lo mismo hicimos contra Mallorca, en un Pabellón de Deportes Javier Imbroda con muy buena entrada, coincidiendo con las fiestas navideñas”.
Por otro lado, destaca que en la cena posterior con su cuerpo técnico, le comentó a su ayudante Jorge Elorduy que Nacho Romero iba a ser titular en la final de la copa. “Jorge me miraba incrédulo por dos motivos; el primero porque el bueno de Nacho tenía poco protagonismo en ese equipo y segundo porque quedaba más de un mes para esa cita. Mientras tomábamos algo, le expuse la causa. Yo sabía lo que suponía Nacho para la afición de Melilla y no tenía ninguna duda de que, verle de inicio, iba a hacer que el público empezara enchufado desde el salto inicial”.
“A todo eso, hay que añadir la experiencia de Romero en partidos importantes. También sabía que eso iba a descolocar a Paco Olmos, en un plan de partido que no esperaba, y eso os garantizo que no nos gusta a ningún entrenador”, agregó.
De igual modo, explica que el día antes de comenzar la semana de preparación de la Copa, “nos sentamos con Nacho Romero y le avisamos que iba a estar en el quinteto”. En este sentido, reconoce que la ilusión que el jugador “nos transmitió en fue un punto importante para el trabajo del grupo, y si recordáis bien ese día, los cuatro primeros puntos del equipo fueron de Nacho Romero, sumando además una falta a uno de sus pívots”.
“He querido hacer esta introducción, un poco larga, con este detalle, para enseñar que no siempre el planteamiento de los partidos y en especial el de las grandes citas es puramente táctico, también hay que controlar aspectos emocionales”, asegura el técnico bilbaíno.
Gonzalo García reconoce además que el guión se cumplió “como si nosotros fuéramos los autores” y recuerda que, desde el ¾, cada vez que había un TM, “los jugadores nos pedían poner la defensa en práctica”.
A este respecto, señala también que “habíamos conseguido que los jugadores creyeran tanto en ella, que ellos mismos la demandaban, pero hay un momento, en el 4/4 que Paco Olmos solicita un TM y nos planteamos, ante la insistencia de los jugadores, usarla, pero decidimos esperar”, un aspecto que tuvo su recompensa “porque poco después y tras un parcial positivo nuestro, Paco Olmos vuelve a parar el partido”. En ese momento, “Jorge y yo nos miramos y cuando los jugadores se acercaron al banquillo y se sentaron, les dijimos ¡AHORA!”.
“El final ya lo conocéis todos, un momento mágico para la ciudad y para nosotros. Mi amigo Juanjo Medina hizo un precioso documental sobre la Copa, es un gran homenaje que nos hizo y que me permite recordarlo también a él cada vez que lo veo. Espero haberos servido de ayuda, muchas gracias a todos”, concluyó el ex técnico del Club Melilla Baloncesto.

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Antonio Calderay

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