Próximamente, se decretará por el Gobierno de nuestra nación el desconfinamiento total de los ciudadanos y, posiblemente, Melilla será una de las primeras ciudades en lo que eso ocurra al no tener ningún caso activo de coronavirus.
El problema que se nos planteará, es la posible entrada de casos importados por el movimiento habitual de personas entre nuestra ciudad y la península, que se producirá posiblemente en la próxima fase de desconfinamiento.
La Organización Mundial de la Salud insiste en la realización de test masivos para combatir esta pandemia e incluso China quiere hacer once millones de test en la ciudad de Wuhan, es decir, a toda la población. La duda que se nos plantea es si podemos conseguir que Melilla sea una zona exenta totalmente de COVID 19 y que la vida se pueda desarrollar normalmente incluso con actos multitudinarios.
Recientemente he leído por Internet que varios amigos, con ayuda de donantes, han conseguido comprar cuatro robots para hacer test masivos de PCR. El precio de cada robot está en torno a 100.000 euros y los ha traído gratuitamente desde China Amancio Ortega, dueño de Inditex.
En Televisión, he visto que en Elche una empresa española vende los test por cinco euros cada uno, aunque para la realización de los mismos hace falta algún material más, que está en torno a los cuatro euros. Por ejemplo, la empresa alemana TIB Molbiol manifiesta que el material para la prueba PCR cuesta unos 6 euros y con los costos del laboratorio cortaría 10 euros.
Sería posible, que nuestros políticos estudien la posibilidad de comprar los citados robots al objeto que toda persona que venga a Melilla se someta al citado test PCR, que son los más fiables, y una vez se compruebe que no tiene el virus COVID 19 pueda acceder a nuestra ciudad.
Es cierto que habría que contar con el Gobierno de nuestro país para que hicieran las normas adecuadas para que Melilla contara con un estatus especial en relación al control de acceso a esta Ciudad.
Lo ideal sería situar un robot en las estaciones marítimas de Málaga, Motril y Almería para que se tomaran las muestras y se analizaran durante el tiempo que dura el viaje hasta Melilla. De esta forma a la llegada de los Ferrys a nuestra ciudad ya tendríamos los resultados y los posibles contagiados.
También habría que instalar un robot en el aeropuerto de Melilla para realizar los test a los viajeros que llegaran a nuestra ciudad, aunque tendrían que esperar a los resultados para salir de nuestro aeropuerto. Incluso con estos medios podríamos testar a toda la población de Melilla que quisiera.
En todo caso, ¿no debería nuestros representantes políticos hacer las gestiones oportunas para tener los medios necesarios para que de forma habitual se puedan hacer los citados test en nuestra ciudad? El coste de dichos robots y de las pruebas se repercutirían a las personas que viajen, salvo carencia de recursos económicos. Podría establecerse una tasa portuaria o aérea a tal fin.
Tengan en cuenta que para otoño se espera una segunda crisis sanitarias por la reactivación de los casos positivos en coronavirus y que la vacuna no estará disponible, por los menos, hasta el próximo año. Creo que es un gasto que puede adelantar la Ciudad Autónoma y que nos permitirá no volver a estar confinados.
Si pudiéramos hacer de Melilla una zona sin COVID 19 conseguiríamos, además de reactivar la actividad de cafeterías, restaurantes, etc., por ejemplo, reactivar el turismo y que se celebraran en esta ciudad eventos musicales y deportivos que se van a realizar sin público como la final de la Copa del Rey de fútbol u otros similares, es decir hacer nuestra vida habitual anterior a esta pandemia.
