Endesa ha donado más de 2.000 kilos de alimentos no perecederos al Banco de Alimentos de Melilla para abastecer de productos básicos a las familias melillenses más necesitadas, a raíz de la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19. Esta ayuda se enmarca en el Plan de Responsabilidad Social que Endesa ha puesto en marcha para combatir los efectos de la pandemia, por el que ha donado otros 500.000 euros a Cruz Roja, y ha hecho entrega la semana pasada de 20.000 mascarillas a la Ciudad Autónoma de Melilla. Pero la Compañía no se detiene aquí y sigue adquiriendo material sanitario de protección que irá entregando a las Comunidades Autónomas. A estas donaciones se une el trabajo de los técnicos de Endesa que se están coordinando con las diferentes autoridades para llevar a cabo mejoras y adaptaciones en los suministros de hospitales y centros medicalizados. Además, desde Endesa en su compromiso con la sociedad, no cortará el suministro por impago a los clientes, y a las pymes, autónomos y familias, se les flexibilizará las condiciones, ofreciendo alternativas telemáticas para que nadie tenga que salir de casa.
Endesa además para hacer frente al estado de alerta sanitaria ha reforzado también la operativa de sus centros de control de distribución y de control de la energía y centrales de generación para asegurar el suministro eléctrico en los territorios en los que opera.
Una vez superado el problema sanitario, que ahora es el más acuciante, Endesa se plantea en una siguiente fase otras medidas dirigidas a paliar los efectos que la crisis económica tendrá sobre los clientes más vulnerables.
Fundación
Endesa, a través de su Fundación, ya está volcada en ayudar a los colectivos más vulnerables con los que colabora y paliar los efectos de la crisis en los más necesitados. Así, en colaboración con organizaciones ya socias de la Fundación, Endesa ayudará a Cáritas con 100.000 euros, a la Fundación SAFA con 270.000 euros para familias, a la Fundación Integra con 45.000 euros y, dentro del programa Retotech, se utilizarán las impresoras donadas a los centros educativos para hacer viseras protectoras para los sanitarios y cuerpos de ayuda.
